La República en problemas…


Elena Valero Naráez


El poder humano en sus diversas formas debe estar dividido, y es preciso mantener esas formas bajo control y en equilibrio. Ningún ser humano es perfecto, ni aún a los santos puede otorgárseles un poder total. (Michael Novak)

¡Los argentinos están atiborrados de problemas! Son pocos los que creen que éstos tendrán solución o serán morigerados mientras el gobierno que lidera Cristina Kirchner y su marido siga en el poder.
Son cada vez más las voces que desean conocer cuál debe ser el rumbo y los programas de gobierno que necesita el país para deshacerse de la coerción arbitraria y de la pobreza, fruto, ambas, de la ignorancia y soberbia de quien ejerce la primera magistratura.
Los que creemos que la verdad es la correspondencia de lo que decimos con los hechos, no podemos comprender cómo a las autoridades máximas de la República, no les da vergüenza mentir descaradamente sobre los datos que nos muestra la realidad cotidiana. Si no tenemos informes reales estaremos trabajando sobre algo que no existe, por lo tanto, será imposible resolver cualquier situación que nos interese controlar o mejorar.
Los medios de comunicación, en su totalidad, comentan la preocupación de la sociedad ante el fracaso de las políticas de seguridad encaradas en todo el país. Sin embargo, el gobierno nacional, acaba de publicar, ante la ausencia de datos, las estadísticas del año 2007. Figuran en la página Web del Ministerio de Justicia, Seguridad y de Derechos Humanos de La Nación. Ellas muestran el aumento de crímenes, robos y violaciones, pero aún no se han publicado ni las del 2008, ni las actuales.
El gobierno oculta, miente, nos brinda informaciones irreales o atrasadas, como en éste caso, obstaculizando la acción de quienes quieren investigar o proyectar para mejorar la difícil situación que estamos atravesando en materia de seguridad, desempleo, inflación, y en casi todos los órdenes.
Es por ello que los desilusionados argentinos le reclaman a la oposición que informe a la ciudadanía cuáles serán los cambios “poskirchner”.
El principal, que se exige, es el de regresar al gobierno limitado que cumpla con las funciones básicas de proteger la libertad, la vida y la propiedad de los argentinos. La acotación del poder, nos permitirá, otra vez, ser tratados como poseedores de derechos individuales.
El retroceso actual solo es reversible si se respetan las instituciones básicas que aseguran la imposibilidad de la suma del poder público.
El segundo objetivo que pide buena parte de la gente es llegar a un pacto político, o consenso general de la oposición, sobre principios básicos que tiendan a la libertad de comercio y a la estabilidad monetaria para reestablecer, en corto plazo, la confianza que se ha ido al galope, y en pareja con las inversiones. Sería el único modo de lograr la expansión de la economía sin la cual no habrá trabajo ni desarrollo, como lo está mostrando, a las claras, la estrangulación que sufre, en gran medida, por la política dirigista que implementó el matrimonio Kirchner.
La ciudadanía, en general, exige ver claro qué propone la oposición, para evitar caer otra vez en el error cuando ingresen en el cuarto oscuro.
Ya no hay tiempo, por el adelanto de las próximas elecciones, a seguir en la espera de lo que hará el gobierno.
Los políticos deben comprometerse y mostrar las estrategias que defenderán desde los lugares que ocupen en el corto y largo plazo, asegurar la adhesión de las empresas y sobre todo la de los sindicatos. Sin la domesticación de sus líderes es muy difícil, casi imposible, la gobernabilidad.
Los sufragantes están cansados de discursos abstractos, que intentan atraer a todos. Anhelan, un programa de acción que apunte tanto a dar garantías de respeto a los derechos individuales, cómo a medidas que tiendan a la expansión de la economía, eliminando los obstáculos a la iniciativa individual, motor de creatividad y progreso. También solicitan, que se acabe con las trabas que impiden el acceso a los mercados externos y crédito, con tasas de interés moderadas, que permitan incrementar las exportaciones y la eliminación de impuestos y regulaciones distorsivas.
Hay que regresar a datos e información actualizada y fidedigna para que, en el futuro, la opinión pública deje de desconfiar de los actos de gobierno.
La situación actual -tal como va- necesita con urgencia, un acuerdo político, donde todos, subordinen intereses personales a las necesidades de la gente y eviten, los males que amenazan seriamente a La República.
Es urgente corregir los defectos y excesos de la política kirchnerista, por eso deseamos votar a quienes estén preparados para afrontarlos.

Elena Valero Narváez. (Autora de “El crepúsculo argentino”. LUMIERE. 2006)
evaleronarvaez@hotmail.com

Brasil: ¡un golazo!


Elena Valero Naráez


El presidente Lula da Silva, entendió lo que a los Kirchner les cuesta: en cualquier país la política exterior es la que define la política interna. Es el primero de los líderes latinoamericanos que pisa la Casa Blanca, luego de la asunción de Barak Obama.
La importancia que el gobierno estadounidense le asigna a Brasil, se vio reflejada en la prolongación de la entrevista acordada en una hora por una más.
Los temas dominantes de la reunión fueron de índole económica. El presidente Lula, solicitó a su par norteamericano la reducción de las tasas aplicadas al etanol que Brasil exporta a EEUU.
A cada galón que entra a ése país le fijan una tasa de 0,53 dólares, además de otros impuestos arancelarios. Brasil puja por venderle más y a ello dedicó parte de la charla.
Otro de los puntos importantes fue el relacionado con el proteccionismo: Lula retomó la discusión sobre la necesidad de reducir las barreras comerciales entre los países. Tiene claro, el presidente, que a mediano plazo, todos los países se ven perjudicados cuando se ponen trabas al comercio. No coincide, entre otras cosas, con “Buy American” la medida que impulsa Obama en su programa de gobierno. Acertadamente, Lula, considera que abrir las puertas al comercio es lo que favorece a la riqueza de las naciones.
Tampoco concuerda con parte de la política norteamericana de rescate a los bancos, ni, con el endeudamiento y la reducción del crédito a los países emergentes.
Brasil, junto a Rusia, India y China, principales economías emergentes, no acepta la decisión de los ministros de finanzas del G20: aumentar, significativamente, los recursos del Fondo Monetario Internacional, para socorrer a los países más afectados por la crisis económica mundial. Aseguran, sus gobiernos, que no están en condiciones de aportar capitales adicionales al FMI, si antes no se amplia la representación con otros países.
De todas maneras, a pesar de las diferencias, todos los representantes de los países que asistirán a la reunión, en Londres, están dispuestos a procurar la recuperación de la economía mundial, reestableciendo el crédito, reformando y fortaleciendo el sistema financiero.
Propuso Lula, al presidente Obama, entre otras cosas, trabajar juntos para lograr que se destrabe el crédito internacional como política general, para volcar recursos a los mercados e incentivar a las economías con problemas.
Ambos mandatarios, convinieron en llegar con un plan de acción común, a la reunión del Grupo de los Veinte (G20), el cual representa a los países ricos y a los principales emergentes, entre los que se encuentra Brasil. Juntos intentarán llevar confianza y hacer lo necesario para reestablecer el crecimiento económico entorpecido por la crisis global. El encuentro se realizará el 2 de abril, en Londres.
Participó, también, Da Silva, de un seminario con ministros brasileros y representantes del sector privado en New York, donde fue el principal orador. El tema económico fue allí también preponderante.
Brasil tiene por qué preocuparse: en enero de este año más de 2000 empresas dejaron de participar del comercio exterior. La escases mundial de crédito se suma a la reducción del consumo de EEUU, Europa y Japón. Y por si esto fuera poco, los precios internacionales de los commodities han bajado una enormidad.
Sin embargo, el presidente brasilero, dice estar dispuesto a dar batalla a la crisis para reducir sus efectos. El encuentro con el presidente del país con mayor liderazgo del mundo, lo demuestra.
Barack Obama y Lula da Silva, tuvieron una excelente y fructífera reunión, consecuencia de la buena política exterior de su gobierno.
Brasil, comprende la importancia de mantener relaciones amistosas con el país del Norte. Lula, fue, sin levantar fuerte la voz, a expresar su visión sobre América Latina en general y a fortalecer la relevancia de su país en el escenario mundial. Un golazo de media cancha que envidiamos todos los argentinos menos nuestra presidente que sigue en la luna de Valencia.

Elena Valero Narváez. (Autora de “El crepúsculo argentino”. LUMIERE. 2006)
evaleronarvaez@hotmail.com

LAS EXACCIONES AL CAMPO - FEDERALISMO Y VALOR AGREGADO


por Ernesto Poblet


Una injusta exacción de 5.400 millones de dólares se aplica sobre el valor bruto de la producción del campo. Sobre esas cifras los agricultores también deben adicionar el resto de la pesada presión tributaria de nación, provincias y municipios. El Estado se “asoció” por medio de una cuestionable resolución ministerial -disponiendo de retenciones- sin arriesgar ni invertir y para nada apoyar en las pérdidas y costos de la explotación. La sequía constituye una causal de fuerza mayor que al menos debería eximir de sus cargas tributarias a los expoliados trabajadores del campo, despectivamente travestidos por Kirchner en “representantes de las patronales rurales...”. Se trata del mismo sector productivo que en los últimos cinco años aportó divisas a la comunidad nacional por más de 120.000 millones de dólares.

El Congreso de la Nación sigue siendo el mejor escenario para dar una nueva batalla del campo contra el autoritarismo manifestado por los Kirchner al disponer los montos de las cuestionadas retenciones en una arbitraria e irritante repartija teóricamente entre nación, provincias y municipios -por un lado- y decidió el adelantamiento antojadizo -sin fundamentos serios- de casi ocho meses de la fecha legal de las elecciones. Pero el Poder Judicial debería ser el órgano adecuado para plantear el amparo necesario para el cese de la sangría permanente de fondos en medio de los daños emergentes del fenómeno de la extraordinaria sequía. Los jueces tienen las potestades suficientes y de aplicación inmediata para paralizar los efectos que desesperan a los trabajadores del agro, víctimas dramáticas del fenómeno imprevisible e inevitable de la carencia vital de agua en los meses del crítico verano transcurrido. Si bien existe un resignado pesimismo en la recurrencia a la justicia por las presiones del Consejo de la Magistratura contra todo juez que se pronuncie a favor de los demandantes contra el actual gobierno, no es menos cierto que esta anómala situación es transitoria y presta a resolverse por medio de los cambios políticos que se avecinan entre el corto y mediano plazo. Prueba de ello es la maniobra desesperada del adelantamiento de los comicios de octubre.


LAS ESTRATAGEMAS DEL MATRIMONIO

No ha pasado mucho tiempo del show de promesas formuladas por la presidente Cristina ofreciendo el monto de las retenciones hacia la construcción de hospitales, escuelas y viviendas. Con su particular estilo de gobernar diariamente desde los micrófonos en actos populares con presencia de público adicto -incluidos gobernadores, legisladores y sindicalistas- anunció su prodigalidad sin realizar ni el mínimo acto jurídico o prospecto de ejecución de estas obras públicas que al menos algunas veces llegaron hasta la etapa de la piedra inaugural.

Los gobernadores e intendentes han recibido fondos de acuerdo a los humores de la pareja presidencial o a los “méritos” evaluados a través del transcurso del tiempo y la obsecuencia sustentable. Son conscientes de las probables actitudes a asumir por los Kirchner imputando las nuevas partidas esperadas -del reciente 30%- a entregas anteriores de ATN o los demás recovecos administrativos que permiten escabullir la plata a través del cablerío enmarañado de la red de subsidios. La falta institucional de controles, los superpoderes y el temor a las reacciones iracundas de Néstor o hieráticas de la presidenta, atormentan a los mandatarios locales, los alcaldes o los periodistas incursos en las falacias uniformadas.

La circunstancia apuntada se agrava. Los gobernadores e intendentes del interior saben a ciencia cierta que los intereses electorales de Kirchner se concentran sobre el conurbano bonaerense. Tiemblan al solo pensar que el 100 % de lo prometido en los últimos espectáculos de los jardines de Olivos sólo irá a parar a las arcas de los barones y punteros del Gran Buenos Aires. Sería bueno que los afectados kirchneristas del interior -incluyendo al gobernador de la provincia de Buenos Aires- tomen conciencia acerca de sus propias responsabilidades al incidir sobre sus diputados y senadores para votar y respaldar la suma del poder público que prohíbe terminantemente el artículo 29 de la Constitución Nacional. Por algo sagrado existe esa norma.

También deberían asumir los mandatarios y representantes políticos de una buena vez la claridad del fenómeno federal sustentado por Alberdi, las constituciones de los Estados Unidos y la República “Federativa” del Brasil entre otras. Las riquezas que elaboran y facturan los productores, profesionales, industriales y demás trabajadores del agro son mejor distribuidas por ellos mismos -mediante reinversiones, ahorros anticíclicos, gastos emergentes, equipamiento, laboratorios, empleos, tributos, etc.- y no por los políticos del gobierno central y la trenza burocrática que todo lo deglute sin demostrar adonde va a parar lo que produce el interior arriesgado, creativo, triunfador y entusiasta que ya grita “basta...”. Las economías provinciales autónomas y desarrolladas no necesitan proveerse de escuelas, hospitales, viviendas, rutas, puertos y toda infraestructura pública a través de dádivas demagógicas del pulpógeno poder central. Viajen a Canadá e investiguen si alguna vez salió un cheque de Ottawa para una obra o cualquier otro gasto hacia los estados autónomos o ciudades como Montreal, Toronto, Calgari, Vancouver, Edmonton, etc. Preguntaría porqué nuestros "nacionalistas de opereta" proclaman la "federación o muerte" y quieren nacionalizar hasta el bife de chorizo, el dulce de leche, la yerba mate y si fuera por ellos traerían de nuevo el IAPI para hacerle compañía a paquidermos complicados como el PAMI, ONCAA, ENARSA, ANSES y demás aberraciones asombrosamente llamadas "federales".

Otro acto de gobierno ostensiblemente antifederal lo protagonizó la presidenta pasando inadvertido por la costumbre de admitir las transgresiones disparadas a granel. Después de anunciar el sorpresivo regalo que prodigaba a las “felices” provincias les advertía con su mejor audacia de mando algo así como: ¡ojo, cuidadito eh, esta plata del 30% se las damos para hacer obras públicas y nada más...! Algunos mal pensados observan que el saber jurídico de la mandataria luce algo retaceado...

Merecería el matrimonio presidencial hacer un curso acelerado en cualquier ciudad agropecuaria para aprender lo que es el indubitable “valor agregado” en esta era de la inteligencia y la informática y adornar correctamente sus discursos con un ponderado conocimiento de causa. El grano de trigo pelado y la carne enfriada decimonómica le dio desarrollo genuino y vital a esa gloriosa, admirada nación del centenario. La soja transgénica, el adelanto científico, las investigaciones, la tecnología avanzada, la superación de la aftosa, las computadoras, las inversiones de capital que nos esperan después de superados los obstáculos del kirchnerismo llevarán a la Argentina a ocupar su lugar en el mundo con el auténtico e inmenso valor agregado que conlleva la tecnología moderna y que el campo, calladito, supo asumir en menos de una década sin el abrazo de oso del estado nacional. Sólo nos falta recuperar -además del federalismo- la dichosa libertad de mercado inmersa en los principios que preconizan el poema de don Vicente López y Planes y el preámbulo de los padres fundadores de 1853 cuando nos demandan “asegurar los beneficios de la libertad...”.

El autor es abogado, historiador y profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad de Buenos Aires.
epoblet@fibertel.com.ar

Medio siglo atrás…

En el año 1959, el Sr. Harlan L. Smith, comerciante residente en la ciudad de Buenos Aires, dirigió al diario La Prensa una carta que vuelve, desgraciadamente, a tener vigencia. Es producto de la política intervencionista de los gobiernos kirchneristas. La reproduzco con la intención de mostrar cómo en 50 años hemos aprendido poco.

Sr. director:
El mundo financiero argentino ha tenido recientemente ocasión de leer una serie de avisos publicados en los diarios locales por Aerolíneas Argentinas justificando su déficit perpetuo ante 20.000.000 de socios: “el pueblo argentino”.
Es por cierto curioso que una compañía que viene arrojando déficit, sea cual fuere la razón, durante 12 años, pueda aún continuar existiendo.
Estamos seguros que sería imposible para cualquier empresa competidora privada de aeronavegación subsistir por tan largo tiempo sin producir ganancias. Pero, aún es más inconcebible imaginar a una compañía privada dirigiéndose a sus accionistas para anunciarles sus 12 años de fracaso, ya que mucho antes que esos avisos aparecieran, los propios accionistas habrían desaparecido, juntamente con la compañía misma.
Aerolíneas, sin embargo, puede continuar existiendo, ya que los accionistas son sus “cautivos” y no tienen ningún medio para derivar sus inversiones hacia negocios más lucrativos.
El aspecto mas curioso de un gobierno constitucional, tal como se practica en éste país, es que el gobierno considera honrado y justo utilizar la fuerza pública para extraer fondos del pueblo por medio de impuestos, y luego invertir ese dinero en aventuras que no solo causan pérdidas, sino que al mismo tiempo compiten con el propio contribuyente.
Es así como el contribuyente se convierte en un accionista involuntario de las aventuras gubernamentales en los ferrocarriles, YPF, Aerolíneas etcétera, en todas las cuales pierde dinero por ineficiencia y desorganización. Por lo tanto, en vez de recibir dividendos, el contribuyente debe pagar más impuestos para cubrir las pérdidas que producen estas empresas monopolistas del Estado.
Las bases de la libertad referidas al campo económico deben establecerse por el proceso de atracción, más bien que por el de coerción. El comercio y la industria deben “atraer” a los clientes que compran sus productos o sus servicios y deben “atraer” accionistas que inviertan capitales en sus empresas. Donde se vislumbre la coerción a través del fraude, del monopolio o de otros artificios, el Estado debe intervenir para sofocarla. Pero, cuando el Estado mismo, llega a ser el principal ofensor a través del uso coercitivo del sistema impositivo para promover empresas que llegan a competir deslealmente con su propio pueblo, entonces nuestras garantías constitucionales y nuestros derechos a la propiedad privada se hacen dudosos.
El gobierno argentino es, con mucho, el más grande empresario del país. Transportes, gas, petróleo, armamentos, siderurgia, automóviles, aviación, astilleros, y centenares de otras industrias son hoy, todas, parte del imperio económico del gobierno federal.
El capital formativo de este imperio ha sido totalmente recaudado por la fuerza que surge de los aportes recibidos a través del sistema impositivo. Probablemente la mitad de todos los medios de producción de la Argentina son hoy poseídos por el gobierno federal..
Este grado de estatización es quizás mas alto que el de cualquier otro país importante de este lado de la cortina de hierro, las perdidas constantes que arroja este imperio ineficientemente administrado, constituye una fuente de severa inflación y un continuo drenaje de la economía.
Hace muchos años este país cedió las tierras públicas a la iniciativa privada a fin de estimular el esfuerzo privado.
En idéntica forma el gobierno argentino de hoy, debiera devolver a su pueblo las muchas empresas adquiridas en éstos últimos años. Esto podría lograrse a relativamente corto plazo, simplemente vendiendo en el Mercado de Valores las acciones de estas empresas estatales a cualquier precio que el público quisiera pagar en libre oferta.
A su debido tiempo, todos estos intrincados e ineficientes monopolios desaparecerían y las empresas volverían otra vez a manos privadas.
La gran tragedia argentina del presente es que a la ignorancia general sobre asuntos financieros se une la confusión que envuelve nuestra economía, dando lugar a que la mayoría de los ciudadanos se sienta orgullosa de sus empresas nacionales, las que en realidad solo contribuyen a reducir su “standard” de vida.
Se necesita una buena dosis de coraje moral por parte de los hombres de gobierno, si es que en realidad están dispuestos a modificar y aclarar este concepto.
Resumiendo: las empresas estatales deben ser liquidadas o vendidas, si es que deseamos que el país retorne a la prosperidad.
Mauricio Macri dice, frecuentemente, que el próximo presidente deberá reconstruir en los primeros 45 días todo lo que destruyó Kirchner en muchos años. Espero que la mayoría de los líderes de la oposición piensen de la misma manera. Indicaría que algo hemos aprendido en 50 años.


Elena Valero Narváez. Autora de “El Crepúsculo Argentino” LUMIERE, 2006.
evaleronarvaez@hotmail.com

Palabras, palabras, palabras…

Sorpresivamente, la presidenta de la República, apareció en la reunión que tenía la mesa de enlace (Eduardo Buzzi, Mario Llambías, Carlos Garetto y Hugo Biolcatti) con los ministros Florencio Randazzo y Débora Georgi. Sonriente, ante el asombro que produjo al irrumpir en la reunión les dijo: “Quizás mi presencia ayude a que no haya mas confrontación y frustración”.
Ante la maniobra inventada en la intimidad, con su marido Néstor Kirchner, los dirigentes agropecuarios se vieron en la necesidad de aceptar un acuerdo preliminar que no convenció a las bases ni a muchos dirigentes ligados al sector.
Se apuntó a descomprimir la desesperante situación de los productores de leche, trigo, carne y productos regionales, quienes han reclamado al gobierno desde que comenzó, en el 2006, la dura e injusta política de intervención en los mercados, la cual, los obligó a salir a la calle para ser escuchados.
Es promisorio que hace unos días, se haya invitado a una audiencia en el Congreso, a muchos dirigentes y personas relacionadas con el sector agropecuario a expresar, ante diputados y senadores, las necesidades del sector, y las políticas que se precisan para salir de la crisis que atraviesan. La idea fue darlas a conocer para poder dictar, desde el Congreso, leyes y una estrategia agropecuaria que beneficie la producción y la productividad.
Es de esperar que el Congreso vuelva a ocupar el papel que le da la Constitución y que el Ejecutivo no pase por encima de sus atribuciones. Esta audiencia fue el primer intento por aumentar el número de legisladores informados de los problemas del sector. De esta manera, dedicarán y aunaran esfuerzos hacia el logro de una política agropecuaria coherente que cuente con el apoyo de la mayoría de la oposición y, también, por los kirchneristas que se están diferenciando al percibir la necesidad de apoyar al campo en sus justos reclamos.
Alfredo De Angeli, hombre dedicado a las tareas agropecuarias, señalo su disconformidad, como también los dirigentes de CARBAP, porque aseguran, el problema está lejos de ser resuelto, contrariamente a lo que declararon en una conferencia de prensa, Randazzo y Debora Gorgi.
Los productores, en general, desconfían del gobierno por aquello de “quien se quema con leche, ve una vaca y llora”. El estado de emergencia o desastre por la sequía, no fue aceptado como correspondía, no han llegado a manos de los productores los subsidios a la lechería ni el maíz prometido para salvar a aquellos en situación más comprometida. Hubo muchos compromisos incumplidos.
Por otro lado, el estado de desastre, por sequía, no se soluciona con la simple lluvia. Hay que recordar que no llueve pasto, que en esta época del año, aun con humedad, el desarrollo del forraje es menor, la hacienda está en muy mal estado de alimentación, por ende, no habrá celo en las vacas ni preñez, y, como resultado final, la próxima parición será el 50 por ciento menor que en un año normal. Esto tendrá como consecuencia un gran desequilibrio en los ya casi vacíos bolsillos del productor agropecuario. Deberán iniciar un nuevo ciclo con poca esperanza y contención.
Por éste acuerdo, el que venda novillos de exportación, se vera beneficiado con la quita de retenciones propuestas por el gobierno, pero, debe recordarse que son muy pocos los novillos de este tipo en manos de productores. Tuvieron que venderlos con menos kilos y a menor precio por la imprudente política del gobierno a la que se sumó las adversas condiciones climáticas. A los novillos pesados, el gobierno quiere favorecerlos con desgravaciones, pero, necesitarán uno o dos años más para que lleguen al peso requerido para exportación.
Es como anunciar, un altísimo valor para un elefante blanco, sin tener en cuenta que nadie tiene el animal para poder beneficiarse.
Con respecto a la agricultura, los productores tienen un serio problema: se vaticina que los bancos no darán financiación para la próxima campaña. Los vendedores de insumos y cerealistas tampoco podrán anticiparlos y los productores carecen de recursos para iniciar, con alto riesgo, la nueva campaña. Con referencia al trigo, el mismo ha sido vendido en su casi totalidad, entonces, las medidas anunciadas sobre la comercialización, en la práctica, recién entraría en vigencia luego de la recolección de la próxima cosecha. Recién ahora, está por iniciarse el periodo de siembra.
Todas estas dudas e inconvenientes, hace que disminuya, ostensiblemente, el valor de los campos en alquiler y ya hay, en la actualidad, muchos de ellos que han sido reintegrados a sus propietarios incluyéndolos, de esta manera, también a ellos en el conflicto.
¿Que “AS” sacaran de la manga para compensar los beneficios que prometen al productor? ¿A quién le sacarán recursos si no hay chanchito que romper para juntar las monedas?
Lamentablemente, mientras no se creen las condiciones para que los mercados, de una vez por todas, vuelvan a su funcionamiento normal, no se solucionará la complicada situación. Estarán dando vueltas y la crisis internacional nos encontrará con el sector más productivo sin poder dar respuesta a las necesidades que debieran poder ser cubiertas con más producción y exportaciones.

Elena Valero Narváez. Autora de “El Crepúsculo Argentino” LUMIERE, 2006.
evaleronarvaez@hotmail.com

Un semillero de conflictos

El tiempo no sabe hacer más que una cosa: afirmar y robustecer lo que encuentra hecho.
Juan Bautista Alberdi


El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband, afirmó hace pocos días que Oriente Medio atraviesa un momento ''muy peligroso'' y admitió que es muy difícil encontrar elementos que inviten al optimismo sobre una futura solución de paz.
Cuando analizamos la guerra entre israelíes y palestinos no podemos dejar de darle la razón al ministro. La diferencia de culturas suma a todos los demás inconvenientes y permite avizorar que pasara mucho tiempo para lograr paz duradera en la región.
El mundo tiende hacia la sociedad planetaria, donde la integración y la interdependencia son cada vez mayores. Muchos países árabes, por un lado, se hayan atormentados por el efecto de demostración que produce Israel en la región, el cual los incita a imitar a países capitalistas y, por el otro, a defender la cultura tradicional donde la posibilidad de rebelarse al grupo de pertenencia es mínima.
El apego a la tradición es fuerte: permite un contacto estrecho entre familias y grupos que cuidan de mantener la ortodoxia en las costumbres y evita cualquier innovación. La igualación de la mujer con el hombre israelí, por ejemplo, es sumamente perturbador para las sociedades árabes, allí donde el género masculino tiene una situación privilegiada y su autoridad es indiscutida.
Lo más importante para la mujer y el hombre occidental, y por lo tanto en Israel, es la fidelidad a los propios sentimientos y emociones, en vez de serlo a las prescripciones del pasado. Es diferente en las sociedades islámicas: no es común que el sentimiento amoroso sea la base de la unión familiar sino las presiones culturales y sociales. El control social allí todavía es perentorio.
La población palestina se duplica cada veinte años, la alta natalidad es otro de los rasgos de sociedad tradicional donde no hay planificación familiar que responda a la necesidad de proyectar la propia vida, como lo hacen las parejas de cultura occidental.
La cantidad de habitantes tiene que ver también con la diferencia cultural. La tasa de natalidad es muchísimo menor en Israel que en las sociedades árabes porque se pretende darles mejor educación y cuidados a los hijos. Además, las posibilidades de vida son mayores por la medicina moderna. Es así, como, las mujeres y hombres buscan nuevas realizaciones una vez que sus hijos crecen. Se sienten más libres como para encarar nuevos proyectos, incluso, como lo muestra la alta tasa de divorcios, encarar nuevas parejas o matrimonios. A la mujer, incluso, se le han extendido roles profesionales que son impensables en una mujer árabe.
En cuanto a las penas y castigos la diferencia es tremenda. Todavía se castiga en algunos países árabes con la lapidación, violencia arbitraria practicada por una multitud.
Muchas mujeres, aún en la actualidad, son sometidas a la amputación de clítoris, y en países mas adelantados, como es el caso de Egipto. Los “crímenes de honor” son practicados por parientes de las mujeres que cometen adulterio, para limpiar lo que se considera una mancha para la familia.
El carácter sagrado de las tradiciones, obstruye el cambio el cual, es rechazado o resistido. En Israel, está institucionalizado, aunque no desaparece la religión, ni las tradiciones, éstas pueden ser seriamente cuestionadas.
Los países árabes que están entrando en la modernidad, tienen el problema de que la tecnología moderna necesita de menos trabajadores- no logra absorber la enorme desocupación- y, además, deben estar capacitados para poder utilizarla.
La pobreza se extiende aunque se eleve la producción. No alcanza por el crecimiento desmedido de la población. Esto se liga también a la educación que conserva nivel bajo y no alcanza para todos, es un bien sumamente escaso.
Aunque hay países árabes más adelantados, por lo menos, sus elites, la sociedad, en general, aún conserva pautas tradicionales, comportamientos típicos de la tradicionalidad, que impiden o retrasan el progreso.
Israel es un país democrático, la libertad de pensamiento y la libertad política permiten que se desarrollen múltiples concepciones del mundo y, la ciencia, está institucionalizada.
Estas diferencias, a las que se pueden agregar muchas otras, resumen el choque de culturas, uno de los motivos principales de la inestabilidad en Medio Oriente. No podemos dejarlo de lado cuando aventuramos un período de paz prolongado entre Israel y los palestinos.

Elena Valero Narváez. Autora de “El Crepúsculo Argentino” LUMIERE, 2006.
evaleronarvaez@hotmail.com

Soneto CXVI

Permitidme que no admita impedimento al enlace de dos almas nobles.
No es amor, el amor que al percibir un cambio, cambia
o que tiende con el distanciado a distanciarse.
¡Oh no¡
El amor es un faro inmovil que contempla las tempestades y no se estremece jamás,
es la estrella para todo barco sin rumbo,
cuya virtud se desconce aunque se mida su altura.
El amor no es juguete del Tiempo,
por mas que lleguen al alcance de su curva guadaña los labios y las mejillas de rosa.
El amor no se altera con las horas y las semanas rápidas,
sino que perdura hasta el fin de los días.
Si esto es error, y puede probárseme, yo no he escrito nunca,
ni hombre alguno ha amado jamás.
W.Shakespeare