La República en problemas…


Elena Valero Naráez


El poder humano en sus diversas formas debe estar dividido, y es preciso mantener esas formas bajo control y en equilibrio. Ningún ser humano es perfecto, ni aún a los santos puede otorgárseles un poder total. (Michael Novak)

¡Los argentinos están atiborrados de problemas! Son pocos los que creen que éstos tendrán solución o serán morigerados mientras el gobierno que lidera Cristina Kirchner y su marido siga en el poder.
Son cada vez más las voces que desean conocer cuál debe ser el rumbo y los programas de gobierno que necesita el país para deshacerse de la coerción arbitraria y de la pobreza, fruto, ambas, de la ignorancia y soberbia de quien ejerce la primera magistratura.
Los que creemos que la verdad es la correspondencia de lo que decimos con los hechos, no podemos comprender cómo a las autoridades máximas de la República, no les da vergüenza mentir descaradamente sobre los datos que nos muestra la realidad cotidiana. Si no tenemos informes reales estaremos trabajando sobre algo que no existe, por lo tanto, será imposible resolver cualquier situación que nos interese controlar o mejorar.
Los medios de comunicación, en su totalidad, comentan la preocupación de la sociedad ante el fracaso de las políticas de seguridad encaradas en todo el país. Sin embargo, el gobierno nacional, acaba de publicar, ante la ausencia de datos, las estadísticas del año 2007. Figuran en la página Web del Ministerio de Justicia, Seguridad y de Derechos Humanos de La Nación. Ellas muestran el aumento de crímenes, robos y violaciones, pero aún no se han publicado ni las del 2008, ni las actuales.
El gobierno oculta, miente, nos brinda informaciones irreales o atrasadas, como en éste caso, obstaculizando la acción de quienes quieren investigar o proyectar para mejorar la difícil situación que estamos atravesando en materia de seguridad, desempleo, inflación, y en casi todos los órdenes.
Es por ello que los desilusionados argentinos le reclaman a la oposición que informe a la ciudadanía cuáles serán los cambios “poskirchner”.
El principal, que se exige, es el de regresar al gobierno limitado que cumpla con las funciones básicas de proteger la libertad, la vida y la propiedad de los argentinos. La acotación del poder, nos permitirá, otra vez, ser tratados como poseedores de derechos individuales.
El retroceso actual solo es reversible si se respetan las instituciones básicas que aseguran la imposibilidad de la suma del poder público.
El segundo objetivo que pide buena parte de la gente es llegar a un pacto político, o consenso general de la oposición, sobre principios básicos que tiendan a la libertad de comercio y a la estabilidad monetaria para reestablecer, en corto plazo, la confianza que se ha ido al galope, y en pareja con las inversiones. Sería el único modo de lograr la expansión de la economía sin la cual no habrá trabajo ni desarrollo, como lo está mostrando, a las claras, la estrangulación que sufre, en gran medida, por la política dirigista que implementó el matrimonio Kirchner.
La ciudadanía, en general, exige ver claro qué propone la oposición, para evitar caer otra vez en el error cuando ingresen en el cuarto oscuro.
Ya no hay tiempo, por el adelanto de las próximas elecciones, a seguir en la espera de lo que hará el gobierno.
Los políticos deben comprometerse y mostrar las estrategias que defenderán desde los lugares que ocupen en el corto y largo plazo, asegurar la adhesión de las empresas y sobre todo la de los sindicatos. Sin la domesticación de sus líderes es muy difícil, casi imposible, la gobernabilidad.
Los sufragantes están cansados de discursos abstractos, que intentan atraer a todos. Anhelan, un programa de acción que apunte tanto a dar garantías de respeto a los derechos individuales, cómo a medidas que tiendan a la expansión de la economía, eliminando los obstáculos a la iniciativa individual, motor de creatividad y progreso. También solicitan, que se acabe con las trabas que impiden el acceso a los mercados externos y crédito, con tasas de interés moderadas, que permitan incrementar las exportaciones y la eliminación de impuestos y regulaciones distorsivas.
Hay que regresar a datos e información actualizada y fidedigna para que, en el futuro, la opinión pública deje de desconfiar de los actos de gobierno.
La situación actual -tal como va- necesita con urgencia, un acuerdo político, donde todos, subordinen intereses personales a las necesidades de la gente y eviten, los males que amenazan seriamente a La República.
Es urgente corregir los defectos y excesos de la política kirchnerista, por eso deseamos votar a quienes estén preparados para afrontarlos.

Elena Valero Narváez. (Autora de “El crepúsculo argentino”. LUMIERE. 2006)
evaleronarvaez@hotmail.com

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