Palabras, palabras, palabras…

Sorpresivamente, la presidenta de la República, apareció en la reunión que tenía la mesa de enlace (Eduardo Buzzi, Mario Llambías, Carlos Garetto y Hugo Biolcatti) con los ministros Florencio Randazzo y Débora Georgi. Sonriente, ante el asombro que produjo al irrumpir en la reunión les dijo: “Quizás mi presencia ayude a que no haya mas confrontación y frustración”.
Ante la maniobra inventada en la intimidad, con su marido Néstor Kirchner, los dirigentes agropecuarios se vieron en la necesidad de aceptar un acuerdo preliminar que no convenció a las bases ni a muchos dirigentes ligados al sector.
Se apuntó a descomprimir la desesperante situación de los productores de leche, trigo, carne y productos regionales, quienes han reclamado al gobierno desde que comenzó, en el 2006, la dura e injusta política de intervención en los mercados, la cual, los obligó a salir a la calle para ser escuchados.
Es promisorio que hace unos días, se haya invitado a una audiencia en el Congreso, a muchos dirigentes y personas relacionadas con el sector agropecuario a expresar, ante diputados y senadores, las necesidades del sector, y las políticas que se precisan para salir de la crisis que atraviesan. La idea fue darlas a conocer para poder dictar, desde el Congreso, leyes y una estrategia agropecuaria que beneficie la producción y la productividad.
Es de esperar que el Congreso vuelva a ocupar el papel que le da la Constitución y que el Ejecutivo no pase por encima de sus atribuciones. Esta audiencia fue el primer intento por aumentar el número de legisladores informados de los problemas del sector. De esta manera, dedicarán y aunaran esfuerzos hacia el logro de una política agropecuaria coherente que cuente con el apoyo de la mayoría de la oposición y, también, por los kirchneristas que se están diferenciando al percibir la necesidad de apoyar al campo en sus justos reclamos.
Alfredo De Angeli, hombre dedicado a las tareas agropecuarias, señalo su disconformidad, como también los dirigentes de CARBAP, porque aseguran, el problema está lejos de ser resuelto, contrariamente a lo que declararon en una conferencia de prensa, Randazzo y Debora Gorgi.
Los productores, en general, desconfían del gobierno por aquello de “quien se quema con leche, ve una vaca y llora”. El estado de emergencia o desastre por la sequía, no fue aceptado como correspondía, no han llegado a manos de los productores los subsidios a la lechería ni el maíz prometido para salvar a aquellos en situación más comprometida. Hubo muchos compromisos incumplidos.
Por otro lado, el estado de desastre, por sequía, no se soluciona con la simple lluvia. Hay que recordar que no llueve pasto, que en esta época del año, aun con humedad, el desarrollo del forraje es menor, la hacienda está en muy mal estado de alimentación, por ende, no habrá celo en las vacas ni preñez, y, como resultado final, la próxima parición será el 50 por ciento menor que en un año normal. Esto tendrá como consecuencia un gran desequilibrio en los ya casi vacíos bolsillos del productor agropecuario. Deberán iniciar un nuevo ciclo con poca esperanza y contención.
Por éste acuerdo, el que venda novillos de exportación, se vera beneficiado con la quita de retenciones propuestas por el gobierno, pero, debe recordarse que son muy pocos los novillos de este tipo en manos de productores. Tuvieron que venderlos con menos kilos y a menor precio por la imprudente política del gobierno a la que se sumó las adversas condiciones climáticas. A los novillos pesados, el gobierno quiere favorecerlos con desgravaciones, pero, necesitarán uno o dos años más para que lleguen al peso requerido para exportación.
Es como anunciar, un altísimo valor para un elefante blanco, sin tener en cuenta que nadie tiene el animal para poder beneficiarse.
Con respecto a la agricultura, los productores tienen un serio problema: se vaticina que los bancos no darán financiación para la próxima campaña. Los vendedores de insumos y cerealistas tampoco podrán anticiparlos y los productores carecen de recursos para iniciar, con alto riesgo, la nueva campaña. Con referencia al trigo, el mismo ha sido vendido en su casi totalidad, entonces, las medidas anunciadas sobre la comercialización, en la práctica, recién entraría en vigencia luego de la recolección de la próxima cosecha. Recién ahora, está por iniciarse el periodo de siembra.
Todas estas dudas e inconvenientes, hace que disminuya, ostensiblemente, el valor de los campos en alquiler y ya hay, en la actualidad, muchos de ellos que han sido reintegrados a sus propietarios incluyéndolos, de esta manera, también a ellos en el conflicto.
¿Que “AS” sacaran de la manga para compensar los beneficios que prometen al productor? ¿A quién le sacarán recursos si no hay chanchito que romper para juntar las monedas?
Lamentablemente, mientras no se creen las condiciones para que los mercados, de una vez por todas, vuelvan a su funcionamiento normal, no se solucionará la complicada situación. Estarán dando vueltas y la crisis internacional nos encontrará con el sector más productivo sin poder dar respuesta a las necesidades que debieran poder ser cubiertas con más producción y exportaciones.

Elena Valero Narváez. Autora de “El Crepúsculo Argentino” LUMIERE, 2006.
evaleronarvaez@hotmail.com

No hay comentarios: