Todos contra el mercado….?

Por Elena Valero Narváez

La crisis norteamericana provocó como en los años 30, cuando afectó al mundo la crisis de 1929, un sinnúmero de voces que cuestionan la economía de mercado como si fuera el gran demonio.

A los que defienden al mercado los llaman “economicistas”, se cree que el mercado es solamente dinerario. Pero no es así. Creerlo es no entender la vida.

El mercado, no es otra cosa que la gente interactuando, intercambiando bienes y servicios. Implica infinidad de mercados que se conectan en menor o mayor grado entre sí. Desde el mercado del tomate al cual se refirió Cristina Kirchner en la conferencia de prensa en EEUU, hasta el mercado de los sentimientos al cual también incluye esa considerada por muchos mala palabra.

El mercado es similar a una computadora. Nos brinda toda clase de información para que podamos planear, decidir cómo será nuestra vida. Es por eso que si se lastima nos quedamos como si hubiéramos perdido la vista: sabiendo muy poco de cómo funciona la realidad.

Por el análisis del mercado el empresario conoce las necesidades de las personas, qué productos son los preferidos. También la gente común usa los datos que le brinda.

¿Por qué los jóvenes buscan los lugares de veraneo más concurridos? Porque allí hay mas chicas y chicos para interactuar, para hacerse amigos, para divertirse, para enamorarse. También el que prefiere vivir en una villa miseria en vez de irse al campo donde quizá pueda tener un poco más de tierra sin vivir hacinado, prefiere la ciudad porque tiene más distracciones, más amigos, más alternativas laborales, más amplio espectro de posibilidades. La información se las da el mercado, el cual no fue inventado, es parte de la cultura.

Si se lo vulnera o se intenta hacerlo desaparecer, se quita la responsabilidad y el riesgo a los oferentes y a los que demandan. Se disminuye inmediatamente la acción electiva propia de las sociedades abiertas y democráticas y se le abre las puertas al totalitarismo o a la dictadura, a la concentración del poder.

Los que dicen que dejar la economía librada al mercado es regresar a “la ley de la selva” se equivocan: se necesita que el Estado sea el árbitro que proteja las normas que hacen estable, previsible y pacifico los intercambios. Si el estado no controla como sucedió con Aerolíneas, la burocratización, la ilegalidad y la corrupción se hacen cargo de la empresa aunque sea privada.

Este gobierno y el anterior en vez de controlar donde se debe, modificaron arbitrariamente los precios, las estadísticas, manejaron de la misma forma premios y castigos. Perjudicaron con ello la calidad de los servicios, las necesidades no son satisfechas y, la famosa distribución de la riqueza es injusta. Los errores del gobierno los está pagando la sociedad en su conjunto.

La crisis de EEUU nos muestra que la sociedad siempre está en crisis, que al igual que nuestro cuerpo tiene enfermedades, problemas que necesitan de un tratamiento para eliminarlos o morigerarlos. A veces, no tienen solución. El mercado supone también utopías y errores de apreciación. Siempre estamos ante un problema nuevo, si no fuera así no existiría la Historia.

La mayoría de las veces no sabemos bien cual es la solución. Pero en ocasiones contamos con instrumentos e información que nos permite actuar mejor. Por ejemplo, las encuestas. Hoy, aunque la presidente dice que no hay que darles crédito, nos dan y le dan información de cómo funciona el mercado del voto: los candidatos que más elegirían los argentinos para presidente son: Cobos y Macri. No creo que estos datos dejen de interesarle al gobierno.

Las encuestas dan información sobre las preferencias de la ciudadanía, por lo tanto ayudan al empresario, al político, al investigador, al sociólogo, al periodista a las personas en general. Por medio de las encuestas se conocen las preferencias del mercado y eso ayuda, no pueden ser desestimadas. Los políticos saben por ese medio si deben profundizar lo que piensa la gente o cambiar para obtener los votos necesarios.

La intervención del gobierno en el mercado, como esta sucediendo ahora en EEUU, es diferente de la intervención que hacen los Kirchner. Una es la que intenta salvar al mercado y otra es la que interfiere para destruirlo.

¿Se debió intervenir en la crisis de EEUU? Algunos preferían que no se salvara a los especuladores, que se dejara caer a las empresas que actuaron mal, que especularon, para que no se alentara el aumento de inversiones de riesgo ante la solución que les asegura el rescate de la Reserva Federal.

Limitar excesivamente la especulación también es un arma de doble filo pues disminuiría la creatividad y la innovación.

Por otro lado están los que prefieren intervenir para abreviar el tiempo que llevaría recomponer los mercados. Es el caso de Paul A. Samuelson, economista que vivió la crisis del 29. El acepta que los bancos centrales fueron creados para que sean prestamistas de último recurso cuando una sociedad de mercado democrática es golpeada por grandes crisis.

La verdad es que aunque los economistas saben más porque han estudiado crisis anteriores nadie puede estar seguro de cómo se comportaran los mercados ante la intervención y tampoco si no se interviene. Lo que parece seguro hasta ahora es que a pesar de los problemas, el sistema capitalista, es el subsistema económico que ha probado su eficacia. Por lo pronto no es una creación de intelectuales como lo es el socialismo.

No es fácil hallar la solución. Las crisis nos enseñan que siempre estamos ante algo nuevo, novedoso y que las soluciones también lo son. Por ello hay opiniones tan dispares.

De todas maneras, los problemas son anunciados por el mercado pero no siempre la lectura que se hace es la correcta. Eso pasó en EEUU y también en la crisis de 1930: la gente se equivocó a pesar de que había información. Errarían mucho más si no contaran con ella o la desestimaran.

La debilidad del gobierno argentino también se anuncia en los mercados. La falta de inversión, las críticas cada vez más exacerbadas de importantes sectores sociales, incluida la mudanza de Hugo Moyano. Su acercamiento a sectores de la oposición y el reclamo de justicia al asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci, que implicaría a miembros del actual gobierno por la supuesta vinculación, indican bastante claramente que no quiere quedar pegado a un gobierno cada vez más debilitado.

Son los datos del mercado los que le hacen cambiar a Moyano y paulatinamente al gobierno de modelo. Se anuncia una reunión con la Comisión de Enlace y se ha avanzado en otros rubros como decidir dejar de ser deudores del Club de París, llevar el presupuesto al Congreso con una disminución del gasto público, en fin, un poco tarde, pero les llega información, incluso la desconfianza de los mercados.

América Latina fue siempre proclive a creer en utopías, la década del 60 creó algunas que nos llevaron a la violencia y a más pobreza como fue el mito revolucionario del Che Guevara, y los movimientos tercermundistas, ambos, como algunas utopías actuales, se inspiraron en la creación de una sociedad perfecta.

Todas predijeron y predicen, como Marx, el fin del capitalismo. No solo no desapareció sino que en donde triunfa lleva implícito el camino hacia la democracia. En cambio donde se dieron revoluciones inspiradas en la teoría marxista, se acabó con el mercado y la propiedad privada pero, el estado se hizo poderoso y totalitario y la meta hacia el reino de la libertad predicha por Marx fue totalmente abandonada.

El capitalismo que se expresó en la oferta masiva de productos, alcanzó a los sectores más desposeídos de la población. Fue y es, el sistema que además de crear riqueza no produce para unos pocos sino que la oferta se dirige especialmente a satisfacer la demanda de los sectores bajos.

La democracia basada en principios liberales propugna reglas de juego claras que garantizan a todas las personas y grupos la posibilidad de contribuir al progreso de la humanidad. Es lo que necesita la economía capitalista, basada en la propiedad privada y el mercado, para desarrollarse. Las sociedades basadas en la coacción son antieconómicas, dominar la economía y la política por la fuerza sale muy caro, es por eso que no funcionan. La URSS, y aún Cuba, constituyen ejemplos paradigmáticos.

Elena Valero Narváez (autora de “El Crepúsculo Argentino”. LUMIERE.2006)

Rucci y la asociación ilícita de los terroristas. Los crímenes de lesa humanidad

Por Ernesto Poblet
www.notiar.com.ar







SICARIO: Asesino asalariado
VANDALISMO: Inclinación a destruir y desvastar todo o a promover escándalos sin respeto ni consideración a los demás.
ESBIRRO: El que sirve a una persona que le paga para ejecutar actos de violencia o desafueros. Oficio de prender a las personas o ejecutar personalmente órdenes de quienes los mandan desde una organización.
SECUACES: Personas que siguen con fanatismo a alguien, un partido o una opinión.
Como si se tratara de una consigna dogmatizada la Argentina ha caído víctima de una banda de secuaces del rencor. Proclamaba el Che Guevara su muy curiosa pasión: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta y fría máquina de matar...”. Habría que preguntarle a aquel extraño personaje que adoraba la muerte para qué estudió medicina en su país y terminó convirtiendo su juramento hipocrático en una violenta y fría máquina de matar.
Estos terribles esquemas penetraron en una sección enferma de la sociedad latinoamericana. No vivió la región guerras brutales con millones de muertos como la de Hitler, la del Pacífico o la contienda civil de nuestra amada España. En ninguno de los tres casos -no obstante sus colosales dimensiones- se dio un fenómeno de tantas y perseverantes persecuciones fogoneadas por el odio guevariano, tal como sucedió tras las secuelas de los fatídicos acontecimientos de los años setenta en este subcontinente de la América del Sur.
La cruda dictadura instaurada en 1976 se encaminó a “redistribuir” el poder en porciones del 33 % para cada sector de las fuerzas armadas, lo cual significó un quiebre absurdo de la república, confundiéndosela prácticamente con el accionariado de una sociedad anónima esbirrizada. Tenues fueron las diferencias con el connubium Kirchner salvo el descarado 33% de los militares golpistas. Los Kirchner y sus aliados, a fuer de soberbios como los uniformados del golpe, procedieron a repartirse el poder mediante otra asociación ilícita violatoria de las más elementales normas jurídicas que componen un estado de derecho.
El sistema absolutista de los militares fue proclamado bajo el argumento real de la invasión de los montes tucumanos por parte de esbirros y sicarios enviados por el castrismo cubano. El mismo que a su vez se constituía en esbirro y sicario de la Unión Soviética implicándose en el marco de la Guerra Fría. Los Kirchner persisten en detentar la suma del poder público amparándose en una fantasmal emergencia económica y -ya que estamos- en defensa contra el remanido peligro del imperialismo yanqui.
Este esquema no ha sido del todo original pues ya lo usaron -y lo usan- casi todos los dictadores desde el más remoto pasado aún con pelajes diferenciados entre zurdos y derechosos. Obsérvense las conductas delirantes de Trujillo, Somoza, Kim Il Jong, Chávez, Correa, Evo Morales, Ortega y Ahmadinejab.
Los poderes constitucionales de la República Argentina -vigentes a pleno desde 1983 hasta el golpe de estado del conurbano bonaerense acaecido el 20 de diciembre de 2001- supieron manejar civilizadamente los acontecimientos resultantes de la agitada década del setenta. Nada objetable acerca de las sentencias de la Cámara Federal que juzgó y condenó a los comandantes, a los que dieron las órdenes aberrantes y demás sanciones. Dentro del país y en el mundo se celebraron las soluciones adoptadas por aquella democracia que prestigiaba a la nación en el consenso internacional.
A pesar del malogrado final inflacionario el presidente Alfonsín no había perdido la simpatía de distintos sectores de la comunidad nacional y extranjera. Los indultos del presidente Menem se dictaron en el marco de la más detallada institucionalidad al igual que la conducta del Congreso y el entonces Poder Judicial independiente que no sufrió las trampas del actual Consejo de la Magistratura. Transcurrieron así casi dieciocho años de pacífica vigencia de las normas constitucionales y legales.
Con la experiencia vivida, tres errores graves se le pueden reprochar a la reforma constitucional de 1994: la abolición del sistema de colegio electoral por el cual las provincias perdieron su protagonismo en favor del amorfo conurbano bonaerense; la creación del inoportuno y “reformado” Consejo de la Magistratura que terminó por destruir la independencia del poder judicial en manos de los esbirros Conti, Kunkel y demás aliados. Por último, la ocurrencia del tercer senador que terminó por desvirtuar la homogeneidad de la representación de cada provincia. Nuestras provincias siempre han sido entidades unívocas representadas en el Congreso tan sólo por los dos senadores.
La conjunción de estos tres factores erróneos encaminó a adulterar el equilibrio de los poderes en el orden federal. Por un lado la asunción de la suma del poder público pergeñada por el matrimonio Kirchner y la muy impune -al menos por ahora- asociación ilícita constituída por los distintos grupejos del terror jacobino.
Se terminó por abolir o dejar sin efecto grandes y sagrados derechos dogmáticos de la Constitución de 1853. Ya no rigen ni la irretroactividad de la ley penal, ni la cosa juzgada, ni el “non bis in idem”, ni la independencia de los jueces o la autonomía de las provincias o del Banco Central. Y se discrimina mañosamente entre el terrorismo de estado y el terrorismo utilizado arteramente por las bandas privadas.
Las patotas gansteriles ganaron la calle con sus vándalos violentos protegidos e impunes mientras las pacíficas protestas del agro son perseguidas y procesados sus organizadores. Los criminales reincidentes sólo atraviesan puertas giratorias en los juzgados. Los violadores seguidos de muerte sólo frecuentan las cárceles por períodos vacacionales. Los héroes de la lucha contra la inseguridad son encerrados como presos políticos del régimen (Smart, Patti, etc.).
La sangre de Dantón cayó sobre su verdugo Robespierre. No esperaba el implacable guillotinero de Arras la pronta venganza de sus propias mañas. Los Firmenich, Bonasso, Verbitzky, Garré, Taiana y demás asociados para romper la paz de los casi dieciocho años de democracia que feneciera en diciembre de 2001, ya se encuentran vislumbrando los negros nubarrones prestos a precipitarse sobre sus cabezas.
La espantosa cizaña abierta por los Kirchner y sus secuaces para procurarse el mísero 2% del electorado tradicional de la izquierda irracional -petulante violenta y chillona- se les vuelve en contra a través de la imparable revisión de un criterio trastornado e inventado por los mismos terroristas argentinos.
El doctor Luis Moreno Ocampo, fiscal de la Corte Internacional de La Haya, orgullo de magistrado argentino luciéndose en tan augustos foros, se ha expedido categóricamente y sin dejar resquicios de dudas. Los crímenes de guerra contra la humanidad no son sólo los que se cometen desde el Estado, también pueden ser declarados de “lesa humanidad” los cometidos por particulares o bandas de particulares.
Los procesos contra los terroristas setentistas se impulsan desde la CGT. Bonasso ha admitido públicamente la responsabilidad por el magnicidio de Ignacio Rucci. Lo reconoció en términos de primera persona del plural involucrando así a toda la asociación ilícita que armaron para constituirse en sicarios, vándalos, esbirros y secuaces del dogma proclamado por el Che Guevara para la adoración del odio, el rencor, el resentimiento, la violencia, el ensañamiento y el sadismo.
La señora Fina Cepeda, joven madre, de mi afectuosa amistad, trabajaba en YPF y circunstancialmente se encontraba en el departamento de Policía y pasó a integrar la masacre provocada por la bomba de los terroristas que mataron más de treinta seres humanos solamente en ese acto genocida. Su muerte no me inspiró los odios guevarianos pero sí el deseo de la justicia. Nunca he sentido la sed de la venganza y no me interesa ver a los Bonassos o Verbitzkys entre las rejas comunes.
Pero mi amiga Fina, la jovencita Lambruschini, el héroe Larrabure, Viola y su hijita y los cientos o miles de masacrados por los terroristas merecen su reparación histórica. Las heridas habían cerrado durante los dieciocho años antes que aparecieran por la ventana los rencorosos santacruceños inflacionistas, elegidos por un dedo y sin elecciones internas. Dijeron traer “convicciones” que -por cierto- jamás votaron sus sufragistas del peronismo abordado, salvo el magro porcentaje de los ilícitamente asociados para el vandalismo, la muerte y la venganza anacrónica.

¡ ESTAMOS COMO QUEREMOS ! ¿ESTAMOS....?

¡ESTAMOS COMO QUEREMOS!,¡QUE NADIE HABLE MAS AL COHETE!
¿O ACASO A USTED "ALGUNA VEZ" LO INTERRUMPIO ALGUN PIQUETE?
PARA DARSE CUENTA DE ESTO, NO HACE FALTA SER MUY DIESTRO,
¿LA EDUCACION?...¡COMO NUNCA!...¡NI UNA HUELGA DE MAESTROS!

¡ESTAMOS COMO QUEREMOS!,¡COMO QUEREMOS ESTAMOS!
¡NOS "COMPRAMOS" AEROLINEAS!,¡AHORA SI QUE "VOLAMOS"!
HAY QUE TENER "MUY BIEN PUESTOS",SEÑORES LOS PANTALONES,
PARA TENER "OTRA EMPRESA"...¡¡¡ QUE HASTA VUELA SIN AVIONES !!!

DIGAME SINCERAMENTE,¿NO TIENE LA SENSACION, DE QUE HAY GENTE,
QUE NOS MIENTE...¡DICIENDO QUE HAY INFLACION!
EN EL "INDEC" HAY UN HOMBRE, "MEDIDO, HONESTO, SERENO"
¿ O ALGUIEN PUEDE "DESCONFIAR" DE LO QUE DICE MORENO ?

NO SABEN RECONOCER, QUE "ESTAMOS TAN BIEN" HERMANO,
¡QUE HASTA HAN VENIDO A "INVERTIR"...LOS "CARTELES MEXICANOS"!
¡QUE GRAN PAIS ES EL NUESTRO,"DELE","AGUANTE" LA ARGENTINA!
MUCHOS NOS TIENEN ENVIDIA...¡¡¡POR CULPA DE LA EFEDRINA!!!

LA "VERDAD" ES UNA SOLA,¡TENGANLO EN CUENTA SEÑORES!
¿CREEN QUE HAY MUCHOS PAISES, EN QUIMICA "PRECURSORES"?
GUANAJUATO Y SINALOA, QUE ESTAN "EN COMPARTIMIENTO",
¡FESTEJAN QUE LA ARGENTINA..."PASE POR ESTE MOMENTO"!

Y SI HAY UNA COSA MAS, QUE DE ESTE PAIS "ADMIRO",
ES QUE A LA "MENOR SOSPECHA"..."LA GENTE"...¡PIDE EL RETIRO!
MIRE EL GENERAL BENDINI,...¡QUE PICCOLO CUESTO MONDO!
FUE DE "EXPERTO BAJACUADROS"...¡¡¡A MALVERSADOR DE FONDOS!!!

¡NUNCA ESTUVIMOS IGUAL!,¡MANEJAMOS "LA BATUTA"!

¿TANTO LIO POR TRES MUERTOS AL COSTADO DE LA RUTA?
¡NI QUE FUERA UNA "EPIDEMIA", UNA CONTAGIOSA "PESTE"!
¿QUIEN DICE QUE ES PELIGROSO "VIVIR" EN LA ZONA "OESTE"?

¡NO TRATEN DE "CONFUNDIRNOS", ESTE ES UN PAIS "SEGURO"!
¡SIEMPRE HAY "UN AMIGO A MANO"..."QUE TE SACA DE UN APURO"!
Y SI METEN "TANTO RUIDO" PORQUE "UN LOCO" SE SUICIDA,
¡¡¡ VEAN LA "PARTE POSITIVA",...."EL RESTO, SIGUE CON VIDA" !!!

¡ESTAMOS COMO QUEREMOS!,¡NO SEA "GIL","NO SE LA COMA"!
¡FIJENSE COMO "LOS YANQUIS" HACEN LOS BANCOS "DE GOMA"!
¡NO HAY NADA QUE HACER, HERMANO...SIEMPRE APARECE UN "GRANUJA"!
UN ALFILER EN LA MANO...¡¡¡ Y TE PINCHA "LA BURBUJA" !!!

¡NO NOS PIDIERON CONSEJOS!,¡SIN DUDA, SON UNOS "BOBOS"!
¿NO QUIEREN TENER PROBLEMAS?,¿PORQUE NO APRENDEN DE COBOS?
SE VA A VER LA COPA "DAVIS", SE CORRE LA "MARATON",
Y EN SU "ROL" DE "PRESIDENTE",...¡RECIBE A LA OPOSICION!

EL "HOMBRE" ESTA MUY CONTENTO, DISFRUTA DE SU "VENDETTA",
SE PIENSA "ASTUTO Y SAGAZ"," EXAGERANDO SU TRETA",
PERO "POBRECITO" CLETO,¿ES SU ACITUD INTELIGENTE?,
¡¡¡ PARA MI QUE SE "JUBILA" COMO VICEPRESIDENTE !!!

MIENTRAS NUESTRA "PRESIDENTE", SIEMPRE FIEL A SU "FOLKLORE"
¡"MANDA" EN LA ONU UNA FRASE DIGNA DE SU "CARO CUORE"!
PIANO, BAJO Y BATERIA, TRES TROMPETAS, TRES TROMBONES,
¿HACE FALTA ACASO MAS?...¡¡¡ESE ES "EL EFECTO JAZZ"!!!

QUIEN DIGA QUE ESTAMOS MAL...¡SIN DUDA ES UN DESGRACIADO!
¿TODAVIA NO SE DIO CUENTA?...¡ESTE ES UN PAIS "SOÑADO"!
¿QUERE USTED SABER PORQUE ANDA "TAN BIEN" LA ARGENTINA?
¡¡¡ PORQUE AQUI NOS MANDA "EL NESTOR" Y OBEDECE "LA CRISTINA"!!!

¡¡¡ ESTAMOS COMO QUEREMOS !!!....¿ESTAMOS? !!!

Los antisanmartinianos

Sep-18-08 - por Rodolfo Pandolfi

La paz, la igualdad, el respeto por la naturaleza, el debate ilustrado y comprensivo, la justicia social, son valores deseables. La guerra, la enfermedad, la discriminación racial, etaria y genérica, el envenenamiento ambiental, el atropello, el terrorismo (de Estado o no), la injusticia, son tremendos disvalores. La armonía es preferible a los bombardeos y la democracia es mejor, y más efectiva, que las dictaduras.
Asombra el nivel de ingenuidad o de hipocresía del discurso buenista. La conflictividad está expandida en la naturaleza y se manifestó a través de los tiempos: Abel y Caín (nómades contra sedentarios, según algunas exégesis teológicas), las barras de la esquina, las peleas por las preferencias futbolísticas o por grandes ideales y poderosos intereses. "Dos personas, una interna".
Desde las luchas entre tendencias filosóficas y capillas literarias hasta los enfrentamientos nacionales y sociales o la existencia del racismo llevan a una conclusión inequívoca: la bondad celestial y absoluta es imposible.
Todos los países de América Latina tienen reivindicaciones territoriales, con la relativa excepción de Brasil. Oriente y Occidente expresan formas distintas de vivir y de pensar pero, al mismo tiempo, los chinos del norte son considerados como inferiores por muchos chinos del sur.
Los países amenazan siempre, a través de sus gobernantes, y en gran parte amenazan porque tienen miedo. Como una familia, una tribu o la división de un colegio secundario encierran sus rencores y sus tensiones, la autoridad es necesaria para evitar la lucha perpetua. Los hijos que asesinan, en el sentido psicológico, a sus padres, no son más felices sino que se convierten, sencillamente, en buscadores de nuevos padres. Pero sin códigos que regulen y moderen el ejercicio del poder, las entropías se hacen más peligrosas aún.
La declinación de la religiosidad y de los diversos sistemas de valores, al menos en la Argentina, no produjo mayor felicidad entre los jóvenes así liberados. Una encuesta asegura que cerca del 80% de los menores de 25 años no encuentra sentido a la vida. El vertiginoso crecimiento de la drogadicción no significa más que una rauda huída de la realidad.
Muchos buscaron una solución militar a sus angustias y a su soledad (el terrorismo, o simplemente Cromagnon) para sentirse, al menos, más audaces que otros. Por supuesto que existen causas consideradas justas por sus protagonistas, pero es impresionante ver como los temperamentos más violentos pasan con facilidad de una a otra. El objetivo es infundir miedo para no tener miedo. Y los grandes pavores son, de todos modos, inevitables. El único punto es como se los puede manejar. El valiente no carece de temores (esa carencia es propia del espacio esquizofrénico) sino que tiene capacidad y entrenamiento para asumirlos.
Ahora muchos de los intelectuales que asesoran al matrimonio Kirchner quieren rebajar la importancia de José de San Martín. Al parecer, San Martín como icono es un precursor de Camps. Es difícil que el héroe de la libertad americana se alegraría con la comparación.
¿Soslayar a San Martín en nombre de la sociedad civil? ¿La carrera de las armas es propia de la derecha? Al impulsivo coronel Hugo Chávez no se le ocurre degradar a Simón Bolívar y las tropas desfilan hasta en la iniciación de los campeonatos de fútbol; a José Stalin no se le pasó por la cabeza borrar al príncipe Alejandro Nevsky ni al zar Iván el Terrible; los chinos convirtieron la historia del Celeste Imperio en el gran telón de fondo de las Olimpiadas, donde tampoco faltaron paradas de tropas, a paso de ganso. La Argentina tuvo a generales autoritarios y, en algunos casos, brutales, pero no fue muy distinta la historia de Vietnam con Syngman Rhee o con Ho-Chi-Minh, de Chile bajo Pinochet, de Paraguay con Stroessner (el preferido de Juan Domingo Perón), de la República Dominicana con Trujillo, de Nicaragua con Somoza y de cuanto pasó en otros tantos países bien vistos por el populismo argentino pese a que todos ellos multiplican sus armamentos y en ciertos casos hasta admiten bases extracontinentales.
Pero José de San Martín -en el populismo reinante- es el conducto nacional para una educación militarizada. En un país donde, bajo la bandera de los Derechos Humanos, se cambia de nombre al principal acceso Oeste de la ciudad de Buenos Aires, la avenida Provincias Unidas, por Brigadier General Juan Manuel de Rosas y donde se enchastra a Julio Argentino Roca, que evitó la pérdida de una Patagonia que hubiera terminado siendo chilena inexorablemente, la culpa por la represión procesista pasa a rebotar en el general José de San Martín. Los íconos elegidos para la Feria Cultural de Francfort son expresivos del ser nacional.
Perón no entendía ese toque de modernidad cuando proclamó a 1950 como el "Año del Libertador General San Martín" y dispuso que todos los días, en todos los diarios, se colocara la correspondiente leyenda. La mirada con los ojos en la nuca llegó a un punto intolerable.
Los franceses no han destituido ni a Napoleón ni a Charles de Gaulle; los ingleses no hundieron el barco del almirante Nelson. No saben, como nuestros gobernantes, los riesgos que corren.
Los ejércitos y las policías existen y existieron siempre en todos los rincones del mundo, capitalistas o anticapitalistas. Plantan sus banderas, se identifican con sus músicas, reivindican a sus héroes portadores, al mismo tiempo, de una raíz histórica y de una señal de identidad psicológica.
Como ya se sabe, lo común es que molesten las fuerzas militares o de seguridad que representan a determinados países (o gobiernos) y regocijen aquellas que responden a otros, según las preferencias ideológicas, la simpatía y hasta las broncas cambiantes. La guerra de las Malvinas, emprendida por Galtieri, fue buena para Fidel Castro, quien había cultivado excelentes relaciones con la Argentina, y los chicos revolucionarios de las universidades porteñas cantaban: ("Mandarina, mandarina / qué se callen los boludos que hablan mal de la Argentina") o comparaban a Galtieri con Ho-Chi-Min. ("Si no se van, si no se van / les a pasar lo mismo que en Vietnam"). La ilusión es uno de los temas más estudiados en la psicología actual.
Si la racionalidad, la paz, las soberanía nacionales y las leyes estuvieran fuera de discusión, la presión armada seria innecesaria pero no existen sistemas de izquierda que no enfrenten a personas de derecha y viceversa.
En realidad la unanimidad es una fantasía. Hay partidarios de la familia y adversarios de la misma, defensores de la monogamia y adherentes a los matrimonios abiertos. Están quienes defienden a los gobernantes fuertes y quienes no entienden la necesidad de los gobiernos en sí. Sin algún nivel de imposición, la convivencia resulta imposible y tampoco puede presentarse el caso de vínculos nacionales (y partidarios, o aun deportivos) sin líderes y personajes emblemáticos.
Los Ejércitos y las Policías existen en todos los países del mundo. Son elementos de disuasión o de imposición, según el caso. Su función no consiste en convencer sino en hacerse reconocer como un instrumentos de la ley y de la voluntad del Estado, que nunca expresa a la totalidad de los ciudadanos, lo que introduce un elemento de relatividad en la estructura racional del poder.
Siempre hubo transgresores, opositores u objetores de conciencia. Hasta ahora, siempre existieron quienes conviven en un lugar, sean parte de tribus o de países.
El control del poder se resolvió de diversas maneras a lo largo de la historia, pero fue en todos los casos una relación entre controladores y controlados. Todo vínculo se funda en una conexión al mismo tiempo irracional y racional. Las marchas guerreras no son patrimonio de nadie, se trate de La Marsellesa o de Giovonezza. Los militantes políticos pueden cantar "De cara al sol", "El Ejército del Ebro", "Los muchachos peronistas", la Marcha radical o la Internacional pero esas tonadas son uniformes psicológicos que los une o los identifica. Nadie es diferente de como siente, nadie se pelea con sus ilusiones o sus proyectos aunque sostenga alguna reticencia parcial, dice el Protágoras de Platón. El conflicto es imposible de eliminar, al menos en este mundo, y todos los poderosos o quienes se preparan para serlo en nombre de una causa que se les presenta como racional, cualquiera sea su signo o su discurso, tienen en cuenta el recurso de la fuerza.
La historia no es nunca del todo justa sino justificadora, decía Benedetto Croce. Por lo demás, la misma idea de justicia es parcial y depende del discurso que predomine.
San Martín no es el padre de la Patria, porque esa categoría no existe, pero fue una síntesis unificadora que se negó a derramar sangre de hermanos, que fue liberal y masón pero al mismo tiempo apreció el sello indisoluble de la Iglesia Católica.
Puso en libertad a los negros de Cuyo (1816) y les dijo en El Plumerillo: "Si nos derrotan, los godos van a vender a los negros libres en su mercado de Lima. Pero no podrán vender a los que sepan combatir". A fines del mismo año reunió a los caciques indígenas: "Los he convocado para hacerles saber que los godos van a pasar de Chile, con su Ejército, para matar a todos los indios y robarles sus mujeres e hijos". Era su explicación discursiva de la estrategia indirecta que imponía no saltear a Chile para liberar a Perú.

SIEMPRE EL MISMO TANGO….

Elena Valero Narváez

El caso de Aerolíneas Argentinas muestra una uniforme aceptación de la estatización. La defienden tanto funcionarios del gobierno como diputados y senadores, en general. Trae una vez más el mal olor de antaño a la vapuleada República Argentina.
Los que mirábamos con algo de entusiasmo la participación de los diputados y senadores opositores en el Congreso, durante la defensa de la reducción de las retenciones al campo, nos caemos de espaldas como lo hacía el Paturuzú de la historieta, cuando les escuchamos decir qué el único remedio para solucionar el problema de Aerolíneas es el botox paralizante de la estatización. Me refiero tanto al proyecto del gobierno como también al de la oposición.
No quiero ser injusta: aplaudo a Alberto Rodríguez Saa, curiosamente aún llamado peronista, cuando junto a otros esclarecidos del mismo palo, han cambiado las ideas, tal vez producto de la experiencia que da, a veces, la acción de gobernar.
Rodríguez Saa apoyó la idea de dejar quebrar a Aerolíneas. Tiene razón: cualquier empresa privada quiebra si no genera buena atención, buen producto y ganancias. Si tuviera el estado que salvar a todos los que se equivocan porque no conforman al mercado que no es otra cosa que la gente, iríamos al desastre. ¿Por qué salvar a Aerolíneas y no a todas las demás empresas deficitarias? ¿Qué parámetros toman los que deciden cuál quiebra y cuál no?
También Mauricio Macri, alzó la voz antes de que se llegara a la nacionalización de la aerolínea. El jefe de gobierno de la Capital, expresamente dejó sentado, que si este gobierno no pudo controlar el buen funcionamiento de la Compañía y se pudo llegar a su vaciamiento, mal podría controlar ahora una línea estatal. No tiene dudas : Aerolíneas debe ser una empresa privada.
Con la estatización se ayuda a los gremios que fundieron la empresa y a un grupo empresario el cual realizó un mal manejo ante la ceguera interesada del gobierno
Gremios, gobierno y directivos de Marsans, son los responsables del estado ruinoso en que quedó Aerolíneas.
Desde que se habló de estatización, los gremios se portaron como ángeles: todo funciona ahora a las mil maravillas, no hay paros, la gente viaja sin problemas. Pero no hay quien pueda con 7 gremios dentro de la empresa. Los pasajeros volverán a sufrir los mismos problemas. La burocratización se comerá otra vez a Aerolíneas como se comió a todas las empresas estatales que tuvo Argentina.
La burocracia estatal debe ser mínima, desde el Congreso la oposición tiene que luchar para que no crezca; siempre las elecciones del personal serán basadas en el criterio de lealtad y no de eficiencia y capacidad. Vemos ahora, por la lucha de Mauricio Macri en la Ciudad, cuanto cuesta despedir a los “ñoquis”, empleados estatales que cobran pero no trabajan.
Los lideres sindicales, Hugo Moyano es el mejor ejemplo, se resisten a la transparencia de un mercado de trabajo que permita mejorar a los jóvenes que se inician en el mundo laboral, a los más desprotegidos, los de menor calificación laboral. Todos se verían beneficiados con un mercado de trabajo más abierto y más proclive a la creatividad e innovación.
Si bien los dirigentes sindicales son un mal necesario para evitar las injusticias que puede producir la dirección empresaria, tienden a lograr privilegios, como bien podemos observar, para las cúpulas no así para los trabajadores. Estos se ven perjudicados si la empresa deja de competir y producir. No se pueden percibir sueldos elevados si la empresa no produce utilidades.
De la acumulación de capital surgen las mejoras salariales, no de acciones violentas y arbitrarias como los que realizan sindicalistas escudados en la fuerza que tienen algunos gremios.
Los dirigentes sindicales aumentan sus ingresos y privilegios ligados al gobierno pero defienden mal a quienes dicen representar. Es así como fundieron la empresa Aerolíneas y ahora reclaman que la salven los argentinos. También nuestros legisladores aceptan que no quiebre y se salve como empresa nacional, aunque resurja por el sudor y lágrimas de los contribuyentes.
No hay empresa que aguante si las remuneraciones son fijadas arbitrariamente por el gobierno y por la coerción de los sindicatos para que se eleven los salarios según sus necesidades y no según la producción y la productividad.
El estado puede tener una línea estatal pequeña si se hace necesaria porque ninguna empresa privada quiere tomar alguna ruta que no permite ganancias pero, volver a poner en sus manos la economía del país, como está pretendiendo este gobierno es lamentable.
Hay que reformar la estructura sindical, promover la libertad, terminar con una legislación anticuada y tanto la sociedad como el gobierno debemos someternos al imperio de la ley.
No capitalizamos la experiencia que vivió la Argentina desde 1943: Hoy volvemos a estatizar, aceptamos políticas que promueven progreso con inflación que provocan la huída masiva de capitales a otros países, el rechazo de la libre competencia y el olvido de que sólo el aumento de la producción y la productividad traen ganancia.
Este gobierno se suicida ante la vista asombrada de los argentinos que capitalizamos décadas de políticas dirigistas en pos de un modelo de “sustitución de importaciones”.
Mucha gente cree, como dice Cristina Kirchner, que el problema reside en una mala distribución de la riqueza, es por eso que piensan que si la empresa es estatal, repartirá más y mejor. Ya hemos visto que no es así. Sin embargo, nuestra oposición, pretende también crear burocráticamente otra empresa estatal con el mismo vicio de toda empresa que depende del estado: el intervencionismo del gobierno que siempre y entiéndase bien, siempre, concibe corrupción.
No se dan cuenta que vuelven a generar una burocracia que hará padecer a los consumidores, las decisiones no basadas en el cálculo y la eficiencia sino en la conveniencia de políticos y burócratas. ¿No les importa que nosotros paguemos como siempre, con resignación, los platos rotos?

La utopía del Padre Boff

Esteban Lijalad

Hace unas semanas el Padre Leonardo Boff, teólogo de la liberación y ecologista militante visitó Argentina y nos aconsejó: “hay que cerrar los ojos en los shoppings, para no caer en la tentación, arreglarse con un poco de arroz y una tela para abrigarse. Solo así se podrá salvar el mundo de la catástrofe que lo amenaza, dada la destrucción que ha hecho la tecnología”.
Puesto que esas palabras suenan como la advertencia de un sabio y como parece lógico frenar la fiebre del consumismo, hay quien apoya estas ideas, como si fueran ideas de bondad, de equilibrio, de futuro.
Yo creo que son ideas erróneas, por no adjetivarlas más duramente.
Como toda Utopía, la del Padre Boff se basa en supuestos irreales. Recordemos que la primera Utopía, la de Tomas Moro, afirmaba que con solo trabajar seis horas diarias bastaba para las necesidades de los ciudadanos de la Isla. Se supone que con solo seis horas diarias se podía desmalezar, arar, sembrar, cosechar, separar la paja del grano, la cáscara de la semilla, llevar al molino, moler, amasar, hornear, mientras otros alimentaban el ganado, lo llevaban a mejores pastos, sacaban la lana de las ovejas, la lavaban, la cardaban , la hilaban, hacían tejidos, los cortaban, los cosían, armaban las prendas, mientras otros iban a la mina, sacaban el mineral de hierro, lo acarreaban a los hornos, donde fundían el material, separaban la resaca del metal, lo templaban, lo llevaban a lo de los herreros que lo forjaban y hacían las rejas, lanzas, arados, etc., etc.
La utopía se basa en la irrealidad. Por eso, justamente, son “lugares inexistentes”, U-topos. Pero después de siglos, los utopistas – a pesar de sus reiterados fracasos- siguen ahí pululando con sus amenazas, su hermosa barba blanca y su ignorancia absoluta de las cosas del mundo.
Hay un mito sobre las utopías, como si fueran buena cosa. Se dice ”ya no hay Utopía, todo es materialismo”. Se afirma que los de la generación del setenta, “querían la Utopía” y eso los hace buenos, “más allá de sus errores”. No creo en eso, yo pertenecía a esa generación y no nos imaginábamos ninguna Utopía: éramos incapaces de imaginar el futuro, nuestro único pensamiento era “cómo tomar el Poder”, esa era la única tentación, lo único que nos mantenía despiertos en esas largas reuniones donde discutíamos tácticas de poder, nunca planes de futuro. Suponíamos que con el Poder en la mano, todo lo demás vendría por añadidura, no hacia falta reflexionar demasiado.

Entonces, veamos con más detalle esta utopía del Padre Boff, una utopía socialcológica y suavemente cristiana. Ya que la viste de los oropeles de la razonabilidad y se publica en los medios de comunicación, y nadie la cuestiona, quiero analizarla con números reales, a ver cómo funcionaría.
Boff propone un único alimento universal, el arroz. Es de suponer que puede ser trigo…o soja, según el clima.
El arroz necesita agua, mucha agua. De lluvia o bombeada. En nuestro país la mitad del arroz se produce con agua bombeada. ¿Con qué se mueven las bombas? Con combustible derivado del petróleo, gasoil. En nuestro país se necesitan 600 litros de gas oil por hectárea por año, lo equivale a unas seis mil toneladas anuales de combustible, para nuestra modesta producción. Si se ampliara el área sembrada a un millón de hectáreas, tendríamos 600 mil toneladas anuales de consumo de gasoil. Pobre ecología! El idílico mundo del Padre Boff empieza a poblarse de pozos de petróleo, acarreo en barcos petroleros, destilerías humeantes, olores insoportables, calentamiento del clima.
Sigamos.
No todos los países pueden producir arroz, o trigo o soja. ¿Qué hacen entonces esos países no-agrícolas para obtener el grano que los alimenta? Es de suponer que darán algo a cambio, es decir COMERCIARAN (el rostro de Boff se crispa ante esta palabra. Resuenan en su mente las palabras de San Agustín, recomendando que las ciudades no tengan mercaderes, no comercien, ya que el comercio es la entrada de ideas y grupos sociales disolventes)
Y ¿qué puede comerciar, por ejemplo Chile, que carece de praderas cerealeras?: cobre, o bienes manufacturados, o vino… o sea: para comer tan solo la taza de arroz diaria que recomienda Boff HAY QUE PRODUCIR BIENES INDUSTRIALES Y MATERIAS PRIMAS que se alejan del ideal agrario y ecológico de esa utopía. El mundo, a pesar de Boff - y gracias a Dios- comercia , intercambia, lo que a uno le sobra, lo cambia por lo que le falta, se teje una inmensa red de relaciones, las naciones y los pueblos toman contacto, se abren- como en este siglo- las enormes extensiones chinas, Internet nos conecta, nos permite vender y comprar. Se mejoran gracias a la odiada tecnología, la productividad agrícola, se obtienen rindes jamás vistos. Baja el número de hambrientos de 1300 millones a 600 millones en veinte años, la gente no solo puede consumir su taza diaria de arroz sino también calzado, pantalones, camisas, sobretodos, lápices , platos, manteles, cortinas, muebles, libros, arte gráfico, medicamentos, juegos, computadoras, celulares, televisión, radio, Internet, puede jugar con la computadora, armar redes sociales, aprender aragonés, usar traductores, escribir, leer, visitar la pinacoteca del Louvre, estudiar física cuántica, puede viajar en tren, auto, avión, barco, puede hacer turismo, usar hoteles, restaurantes, ir a conciertos, recitales , a pubs y teatros, cines y discotecas.
Es toda esa vida la que lastima a Boff y su ascetismo neomedieval.

ROMANCE EN LEJANÍA

Carlos Mastronardi
Gentileza de Elena para “País Adelante”

Me gustaría verte, ser alguno en tu pecho.
Un ámbito de música elogia tu presencia.
Serena luz y mundo pudieras darme ahora,
Letras para la vida y un eco de Septiembres.

Que este verso te encuentre eligiendo una dicha
Y tus manos conozcan la azucena y el río.
Juegan con tu dulzura las gentes de tu sueño,
Y yo soy en tu lástima el vendaval dormido.

¿Cuáles serán los nombres que esclarecen tu boca,
Cuando vuelven a tu alma las personas de sombra
Y tus ojos perdonan? ¿Cómo serán las calles
Por donde te adelantas a las futuras horas?

Otra vez me contienen las quietudes del Norte,
Mas te encuentra el recuerdo por la ciudad porteña.
Lejano de esos días que en los días se pierden,
Vuelve tu gracia triste para regir mi poema.

Ahora soy el huésped callado de tu vida,
Y apenas el silencio que te influye en las tardes.
Miren tus ojos lentos un orbe de violetas,
¡oh amorosa de muertes, mi amiga y mi coraje!

Doña Argentina está en cuidados intensivos

Julio Vitale

Parte médico al 6 de setiembre del 2008

Su sistema circulatorio no funciona, los glóbulos rojos no transportan oxigeno a los lugares que deben ir, se atascan, le sube la temperatura y se le forman coágulos que atentan contra sus pulmones y corazón. Ayer tuvo una crisis donde varios glóbulos rojos formaron un coagulo en la zona de las venas Castelar y Merlo y debieron ser cauterizadas.

Para mayores complicaciones las arterias que transportan el oxigeno y los nutrientes de mas urgencia, se bloquean frecuentemente por una complicación bastante rara, llamada jaimitis insoportabilis, creando bloqueos ideologicos.

Se intentara nuevamente utilizar el respirador que una vez le vendimos a España a ver si los órganos mas críticos se oxigenan, pero los antecedentes del uso de este equipo no son muy buenos porque requiere una limpieza de las arterias que cuesta una fortuna, el medico norteamericano que recomendó abrir una consulta para que las arterias sean limpiadas por el mejor que se presente no fue aceptada porque agravaría el bloqueo ideológico producido por el virus jaimitus insoportabilis.

Su sistema glandular esta en observación, las secreciones de soja, no son normales y retiene mas de la cuenta, el consejo de médicos de enlace le administro algunos diuréticos, pero el balance de cobos es muy delicado y le puede causar una severa arritmia en las arcas transversales, que puede requerir una intervención radical.

El cerebro esta, definitivamente comprometido, diagnósticos de esquizofrenia y bipolaridad abundan, hay que considerar que, en los últimos 68 años, Doña Argentina ha sido tratada por unos 70 médicos y algunas enfermeras que le han dado todos distintos tratamientos, que justificarían hasta una multipolaridad.

El nuevo equipo de médicos, que la tratan desde 2003, lo hacen en forma experimental provocando muchos efectos secundarios, por ejemplo, el tema circulatorio lo van a intentar solucionar con un catéter bala, pero dicen los expertos en sistemas circulatorios que seria como hacerle un cateterismo a un muerto, porque ya se notan graves signos de necrosis en las arterias existentes.

Según opiniones de especialistas, el hígado tampoco le funciona bien, almacena demasiados nutrientes y no los reparte por el organismo como es debido, entonces el resto de los órganos sufren de desnutrición, aunque a veces, ese exceso le causa un vomito que hasta a los miembros de la clínica de Paris (conocido por tratar distintos tipos de desnutriciones) les causa asombro.

El especialista enviado desde la clínica de Sinaloa le receto efedrina pureza 100%, pero el organismo de la Doña, (o como la llama cariñosamente el medico de Sinaloa), de la mamacita, esta tan débil que la efedrina se mete por todos lados libremente y tenemos que tratarla para evitar un colapso por sobredosis, lamentablemente la sobredosis ya ha producido varias muertes en los últimos días.

El cuadro neurológico de Doña Argentina, no es muy positivo, la prognosis es de extremo cuidado. Sin vías de circulación no llega oxigeno al cerebro y el cerebro esta en franco deterioro, el hemisferio derecho, también llamado “La rosada” funciona en forma totalmente incoherente, insiste en acciones repetitivas, se rodea de células parasitarias que inhiben el crecimiento de ideas, y podemos anticipar que las ideas han muerto, el ultimo electroencefalograma, estaba mas chato que una mesa de ping pong.

El hemisferio izquierdo, que algunos neurólogos llaman “Olivos” esta preocupando a los especialistas porque provoca espasmos y convulsiones que se manifiestan en cualquier parte del cuerpo, así han determinado que deben extraerse varios tumores con diversos nombres científicos, Morenoma, Indecitis, bigotus desprolijus, rominoide picolotienseis, devidosmortalis, y varios mas, pero los espasmos causados por el hemisferio “Olivos” impiden que los cirujanos tengan la oportunidad de extirparlos aunque sea sin anestesia.

El ultimo especialista que llego de Venezuela, centro inequívoco de la salud mental, ha descubierto una nueva Massa adherida a la corteza cerebral, pero ha determinado que es inocua y solo sirve para distraer al sistema inmune, provocando un crecimiento acelerado en los tumores ya mencionados.

En sus escasos momentos de lucidez ha intentado automedicarse con dosis masivas de microfonia e inauguritis intrascendentis (que le causaron profundas recaídas) recibiendo severas reprimendas de su medico de cabecera, el ilustre neurólogo Kaka, que no es familiar del celebre futbolista brasileño, pero igualmente patea las pelotas como un profesional de ese deporte.

Próximo parte médico cuando haya alguna novedad, por las dudas lean las noticias neurológicas en los diarios.

AÑORANZAS

Armando P. Ribas

Cuando en las alturas de los tiempos
Las sienes de blanco se destiñen
El sueño y el pasado se confunden
Mientras priva la esperanza del futuro.

Pocas veces, sin embargo, acontece
Que el sueño en un paso portentoso
En realidad de esplendor vibra en el alma
Y el presente de ilusión resplandece

Es posible, se pregunta el alma inquieta,
Que un sueño de esperanza
A Cronos pareciera haber vencido
Y un clarín de emociones ya olvidadas
En el alma toca notas ya remotas

Sublime sensación inusitada
Que a la vida un nuevo amor ya le estremece
Respirando un paraíso no perdido
Un sueño en el presente
En realidad se ha convertido.

"EVITA" Libro de lectura para 1er grado inferior



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Fuente: Notiar

Feria de Frankfurt 2010 y Bicentenario de Mayo

La carta que el editor y amigo Isay klasse, envió a la señora Faillace manifiesta la obsecuencia de algunos funcionarios que no dudan en cumplir con cualquier tipo de sugerencia del matrimonio presidencial. Demuestra, la importancia que tiene conservar un cargo aunque sea en desmedro de la propia reputación ante el mundo de la Cultura.
Critico también a los que perteneciendo a ese mundo, callaron ante la sugerencia presidencial y aplaudo, por otro lado, que aún queden personas como Isay, que con su denuncia animó a muchos que se habían hecho los distraídos por quedar bien con Dios y con el Diablo.
Este verdadero SEÑOR DE LA CUTURA, mostró que salir a la palestra para batallar contra ideas que deprecian la Cultura siempre vale la pena aunque, provoquen juicios discriminatorios de una funcionaria que no merece el puesto que ocupa.

Elena Valero Narváez

Estimada amiga Magdalena Faillace:

Me permito escribir estas líneas para comunicarte una seria preocupación que no es sólo mía, sino que me ha sido trasmitida por amigos del campo de la edición, de la cultura, de las ciencias y de la educación.
Tengo entendido que en la comisión que presides por expresa disposición de la Presidencia de la República, para organizar el Pabellón Argentino en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt 2010, coincidiendo con la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, se han propuesto como nombres emblemáticos a Eva Perón, Diego Maradona, Carlos Gardel, y el Ché Guevara. Ninguno de los cuatro mencionados ha sido escritor: Evita fue política; el Ché Guevara, guerrillero; Carlos Gardel, cantor, y Maradona es futbolista.

Me ha extrañado sobremanera que no se hayan tenido en cuenta autores y escritores vinculados al propósito básico que ha dado proyección mundial a dicha exposición, que consiste en la compra y venta de Derechos de Autor, sustento del comercio y la industria editorial. No puedo concebir una conexión entre esos objetivos de la Feria de Frankfurt organizada por la Asociación de Libreros y Editores Alemanes con las cuatro figuras antes citadas.
Afortunadamente nuestro país, posee y disfruta el privilegio histórico de haber tenido a un genio como Domingo Faustino Sarmiento, "el escritor más importante en lengua española en el siglo XIX", como señalara acertadamente D. Miguel de Unamuno y otros brillantes intelectuales, y el orgullo de haber sido la cuna del desarrollo literario de Jorge Luis Borges cuya exquisita y admirable creatividad lo ha convertido en "el mas trascendente de los escritores del idioma castellano en el Siglo XX". A ninguno de los dos los veo mencionados.
También presumo que se ha incurrido en un olvido al omitir autores científicos de la talla universal de Bernardo Houssay, Federico Leloir, y César Milstein, galardonados con el Premio Nobel, o al eminente cardiólogo René Favaloro, y a maestros de derecho cuyas obras tienen sobresaliente significado en el Continente americano y España, como el administrativista Rafael Bielsa, el penalista Sebastián Soler, el civilista Raimundo Salvat, el internacionalista Luis María Drago, el constitucionalista Juan Bautista Alberdi o el jurista y diplomático Premio Nobel Carlos Saavedra Lamas.

Según mi punto de vista profesional en el stand argentino Frankfurt 2010, debería mostrarse una lista de los escritores más prestigiosos considerados con un amplio espíritu plural. Así lo hacen las cámaras y editores de los demás países cuando asumen la función de país invitado.
Complementando los esfuerzos de nuestros editores, entiendo que es justo que la Secretaría de Estado correspondiente, nos ayude como lo hacen sus equivalentes de todos los países cuando concurren a estas exhibiciones globales. Sugiero, por indicación de un editor amigo, que se estudien las inversiones realizadas por países modestos, como Portugal, que han tenido pleno éxito.
Te envío como colaboración, una lista de nombres importantes, que de ninguna manera es completa, sino una mera ayuda memoria para la tarea que están desarrollando. El orden de la misma no significa prioridad en la calificación de sus integrantes:
Manuel Mujica Lainez, Roberto Arlt, Victoria Ocampo, Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sábato, José Hernández, Lucio V. Mansilla, Bartolomé Mitre, Juan Carlos Portantiero, Deodoro Roca, Horacio González, Horacio Tarcus, Marcos Aguinis, Julián Pablo Feimann, Tomás Abraham, Juan José Sebreli, Leopoldo Marechal, Carlos Mastronardi, Eduardo Mallea, Ismael Viñas, David Víñas, Abelardo Castillo, Olga Orozco, Gregorio Weinberg, Pedro Luis Barcia, Griselda Gambaro, Beatriz Sarlo, Adolfo Bioy Casares, Natalio Botana, Tulio Halperin Donghi, Mario Bunge, Roberto Cortes Conde, Juan José Saer, Tomas Eloy Martínez, José Luis Romero, Luis Alberto Romero, Gregorio Klimovsky, Santiago Kovadloff, Felix Luna, Juan Maldacena, Raúl Motta, María Elena Walsh, Quino, Jose Isaacson, Carlos Gorostiza, Rodolfo Rabanal, Alberto Gerchunoff; Manuel Galvez, Manuel Puig, Horacio Salas, Juan L. Ortiz, Enrique Molina, Marco Denevi, Ricardo Piglia, Luis Gregorich, Abel Posse, Conrado Nalé Roxlo, Julio Cortázar.

He omitido sin la mas absoluta voluntad de crítica o censura la talentosa lonja de jóvenes de la nueva generación que potencian, sin duda, nuestro acervo en la industria. Sería deseable que sus libros enriquezcan nuestro espacio, junto a los de los autores mas consagrados.

La Feria de Frankfurt, a la que concurrí 12 veces como editor, distribuidor, presidente del Grupo Interamericano de Editores, y vicepresidente de la Unión Internacional de Editores, se ha convertido en un foro de la democracia global donde los libros, "morada de las ideas" dialogan entre sí, y es por tal motivo un espacio adelantado al ansiado parlamento mundial abierto al mas amplio y libre debate de teorías y concepciones que el pensamiento pueda considerar.
Estas ferias de libros, como la de Frankfurt, están embanderadas en la defensa de la Libertad de Expresión, sustento de la edición, difusión y libre circulación de los libros. Desarrollan planes y programas de intercambio de negocios, de capacitación empresaria, y de ideas innovadoras. Son también herramientas de la Democracia, y de la nueva sociedad del conocimiento, la comunicación y la educación permanente y universal. Han debido enfrentarse a las diversas formas reaccionarias y abominables del fanatismo y el fundamentalismo totalitario.
Se nos presenta hoy la oportunidad excepcional de afirmar la Libertad de Expresión, proclamada en 1810, acompañando nuestro Bicentenario de la Revolución de Mayo, cuyos principios de Justicia y Libertad deberíamos comprometernos a que continúen iluminándonos.

Con las sugerencias que aquí señalo ruego tomar en cuenta que mis reflexiones son profundamente respetuosas del sentir y pensar de amigos y ajenos, y sin duda las tuyas, mi amiga Magdalena Faillace quien hoy asume la responsabilidad de presidirla ante la comunidad del libro.

Muy cordialmente, Isay Klasse. Bs. As., 04-08-08

Nota: A último momento fueron incluidos en la lista oficial los escritores Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

UN FUTURO POSIBLE

Guillermo Lascano Quintana

Acosados por las circunstancias, acostumbrados por nuestra impaciencia y bombardeados por los análisis periodísticos cotidianos, la gran mayoría de los argentinos, piensa y actúa sobre la base del corto plazo.
Hay que hacer el esfuerzo y tener paciencia, para ahuyentar la inmediatez y procurar planear el futuro más lejano.
Ese futuro está abierto y depende de lo que hagamos en el presente, sacando provecho de acontecimientos que han marcado una saludable reacción de gran parte de la sociedad.
Esa reacción, contra la angurria impositiva, se tradujo en la toma de conciencia de que cuando la gente quiere algo y es justo pelear por ello, no hay obstáculos que lo impidan. Pero también se advirtió que para conseguir algo es necesario y conveniente, utilizar los canales institucionales y no las vías de hecho. Los excesos iniciales de la gente de campo y sus aliados, se mitigaron cuando el reclamo se generalizó y fue compartido por muchos conciudadanos. El regreso a las instituciones de la república, debe completarse con la normalización de conductas de funcionarios y ciudadanos, que aseguren el normal devenir político. Ello ha sucedido con una mayor disposición de los legisladores oficialistas a debatir y no a obedecer ciegamente. Además, eso mismo parece haberse hecho carne en algunos jueces que reaccionaron frente a los excesos impuestos por la política oficial de condena parcial a los protagonistas de nuestro pasado violento.
Después del rechazo por el Congreso, del proyecto de ley ratificatorio de la resolución 125 del Ministerio de Economía, se abrió un nuevo panorama político que augura tiempos mejores, a condición de que la institucionalidad sea respetada, a rajatabla, por todos.
En sociedades asentadas en prácticas políticas razonables, los resultados de lo que resuelven los órganos del gobierno, no producen los sacudones que se sintieron en nuestro país.
Aquí, sin embargo se tejieron, y aún se tejen todo tipo de pronósticos y las consiguientes especulaciones, sobre el inmediato porvenir de nuestra institucionalidad, con fundamento en la “crisis” generada por el funcionamiento de los órganos de la República!!!
Un coro de analistas se devana los sesos tratando de imaginar por la conducta de algunos políticos, que sucederá en el futuro inmediato. Y así se especula sobre si los Kirchner abandonarán el gobierno; si Cobos querrá y podrá hacerse cargo del poder ejecutivo, si se concreta aquel abandono; si Duhalde (o el peronismo no kirchnerista) volverá a desempeñar un papel semejante al que jugó al comienzo del 2002; si la situación económica tendrá alteraciones graves en los próximos tiempos; si el oficialismo perderá y a manos de quien, las elecciones legislativas del año próximo.
Lo razonable, lo que desea el común de los ciudadanos, es que el porvenir sea todo lo predecible posible. Que el gobierno termine su mandato o en el peor de los casos que sean los mismos peronistas que instalaron a los Kirchner, los que se hagan cargo, institucionalmente, de resolver los desaguisados económicos y políticos que se generaron desde fines de 2001 y se agudizaron a partir del 2003. Que ellos mismos pacifiquen los espíritus, generen confianza en las instituciones y coloquen a la ciudadanía en el año 2011, en condiciones de forjar un nuevo destino de paz y prosperidad.
Para que eso sea posible hay que permitir que la vida continúe lo mas pacíficamente posible; que se debatan los problemas de la educación, la salud, la seguridad, la energía, las inversiones, la política exterior, entre otros; y que la ciudadanía pueda expresarse en los comicios, a condición de que, paralelamente, los partidos políticos, sepan ponerse a la altura de los desafíos y ofrezcan proyectos viables y razonables. Tal vez la más urgente de las reformas a impulsar en el corto plazo, sea la de establecer un sistema y una práctica electoral justa y confiable.
Nada de lo dicho es sencillo y habrá tentaciones de torcer el camino de la sensatez y la razonabilidad. El pueblo argentino, sin embargo, ha dado muestras, en los últimos meses, de haber aprendido que nada duradero se construye sin esfuerzo y equilibrio.

Los consejos de Maquiavelo a una gobernanta confundida

Ernesto Poblet

Don Nicolás Maquiavelo, contrariamente a la imagen de “maquiavélico” que se le creó, fue un filósofo. Intentó definir un orden nuevo (moral, libre y laico) en el que la razón de estado tiene como objetivo último la mejora del hombre y de la sociedad. Fue muy crítico, ácido y a veces justificadamente cínico.
Lo cual le valió gratitudes y desdichas. Desde las luces de su saber habría permitido utilizar la versión libre de su pensamiento para interpretar los consejos que vertiría ante una destacada dama sudaca en apuros. El lunfardo podría aportar la cuota de pintoresquismo conveniente para la mayor claridad de esta ficción. Resultaría simpática para muchos, quizá no para todos:
“Piba, yo sé lo que te digo, para macanear bien, es necesario primero que te crean lo que decís. Tenés que usar la coherencia para eso. No te podés equivocar así. Decirle a la gilada que la soja genera menos empleo que la zanahoria o la carne sólo te lo pueden aceptar los muchachos asistentes al acto público, mientras se morfan el sandwichito que les das. Olvidaste a los millones que te miran por TV y no se tragan eso de un peón por cada tantas hectáreas. Desde el aparato televisivo nadie grita ni aplaude”.
“Te escuchan y se te ríen. Pensá en algo que te va a decepcionar. Arrastraste 45.000 personas en los ómnibus de Moyano, D´Elía, Pérsico, los intendentes. Obligaste a los empleados públicos a concurrir. Las arcas del Estado y los sindicatos gastaron fangotes de guita en la publicidad. Los clásicos contratos de propaganda abusaron de la moda de los sobreprecios.
Frente a los 45.000 abrumados que te permite ese Estado Benefactor -que armó tu Dorima- hay millones que piensan y conocen la realidad.”
“Si funcionara “tu” Parlamento y alguno de los súbditos de tu Dorima metiera la pata tan hondo -como le ocurrió al purrete Lousteau- los de la oposición institucional te replicarían con cien ejemplos acerca de los puestos de trabajo que generó y genera la soja, plantita fruto de una tecnología de punta que no tiene nada que ver con la mandioca o la batata. Gracias a ese porotito -que vos despreciás- trabajaron y trabajan miles de laboratorios y se elaboran procesos tecnológicos”.
“Cambiaron muchísimo los métodos en las últimas décadas. Ya el peoncito de la estancia o don Segundo Sombra no existen, ni son necesarios. Pensá en los miles de talleres, las fábricas de semillas con laburantes ultra capacitados. Los pueblos del interior que han progresado y se construyeron casas lindas y que han accedido a las 4 x 4 que vos reprochás. A vos te regocija que la gente pobre se eternice en las villas miseria o en los pantanos del conurbano, y se aglomeren muchos más, sin trabajar y necesitando de tus dádivas.”
“¿No te percataste de la enorme creación de empleos que parten de la producción de la soja transgénica?. De los puestos de trabajo que se generan en las distintas industrias como la agro-alimentaria, la biogenética, la maquinaria agrícola, los fertilizantes, los herbicidas, los almacenamientos, los transportes y los de la automotriz, todos especializados. Y siguen y siguen…”

EL LATROCINIO ES UN FRAUDE O ROBO
“Cuando tu joven yuppie con cara de melenudo sabelotodo firmó la resolución creando el impuesto latrocínico-confiscatorio “móvil” llamado “retención del 44,1%”, entre las tantas calamidades que generó te cuento una: venía feliz la gente en la Expoagro, se habían cerrado operaciones por 1.500 millones de dólares”.
“En tu dinástico imperio no es fácil encontrar transacciones comerciales por semejante suma. Salvo entre las lúdicas amistades de tu Dorima, los del escolazo y tragamonedas, por si no querés entender. Pues bien. Desde el momento que se enteraron de la “Resolución Ministerial” de tu ministrejo yuppie se cayeron 1050 de los 1500 millones de dólares de la Expoagro. Ruinas con efecto dominó encontrarás por todos lados. ¡Qué tal…!”
“Piba, vos, el ministrejo, Moreno, D´Elía, tu Dorima, etc., no tienen potestades para manejarle la vida a la gente del campo. Si éstos quieren producir y vender soja vos no tenés porqué meterte. ¿De dónde creés que te surgen facultades para ordenarle a los propietarios que en su tierra siembren rabanitos en vez de achicoria…? Mientras lo que hagan sea lícito, el sistema jurídico les permite decidir a ellos lo que van a hacer con su fundo. ¿O vos te creés que sos la dueña de todos los campos de la república…? ¿Se creen Luis XIV vos y tu Dorima…?”
“Se ve que no conocés la historia. Siempre que el príncipe se metió a “redistribuir la riqueza” terminó en enormes desbarajustes e injusticias. Acordate de Stalin, cuando quiso mandar a los agricultores a sembrar en las estepas. El solo traslado de las familias propietarias de las tierras confiscadas significó la muerte trágica y cruel de varios millones de personas. ¡Ésos fueron genocidios y no la porquería que tenemos en casa…!
“El dictador soviético ni se inmutó. Cuando Fidel Castro confiscó los campitos de los pequeños y medianos propietarios provocó los éxodos más dramáticos de las desgraciadas familias cubanas. Siempre, desde la época de Licurgo, la cacareada colectivización forzosa de la propiedad derivó en la más vandálica distribución de la miseria. Observá el exilio desesperado a Miami –o donde cayera el desgraciado- para empezar de nuevo.”
“Y tu programa de redistribución de la riqueza consiste en un ladino fraude. Tus siniestros instrumentos de saqueo son el IVA del 21%, ganancias, bienes personales, tributo al cheque y retenciones, todo junto y mucho más. Tu maniobra es quitarle su legítima riqueza a la gente del interior que se arriesga y trabaja, para después repartirla entre la voracidad de la burocracia del estado nacional o entre los clientes que te votan en el conurbano. ¡Linda distribución la tuya…! No te perturba la injusticia. Lo único que les interesa es acumular plata en el Estado para manejar legisladores, gobernadores, intendentes, jueces, empresarios, periodistas y sindicalistas.”
“Te largaste tres discursos distintos en una semana para ofender de mal modo, con insultos y retos a la gente del campo. Los mismos a los que les arrebatás -sólo con las retenciones- la friolera de 11 mil millones de dólares en este fatídico año. Sabés muy bien que esa plata no vuelve para quienes la generan trabajando. Hasta te das un lujo cual cruel burla atroz, pretendiendo engrupir a los pequeños productores con reintegros, subsidios o créditos blandos.
Pero ellos te responden con frescura: “No queremos nada de eso, queremos nuestra plata”. Son tan nobles que ni siquiera aceptan tus sobornos pues entienden que lo hacés para dividirlos. Te desespera observar algo nítido: entre ellos difícilmente encuentres borocotóes. Gran diferencia con tus sindicalistas, politicastros, burócratas y ciertos empresarios o periodistas”.
Don Nicolás era así, no tenía pelos en la lengua ni dobleces.

LAS REVOLUCIONES PACÍFICAS
“Piba, la humanidad experimentó tres grandes revoluciones pacíficas. La más vieja es justamente ésta de la agricultura. Quedan atrás más de 11 mil años de esta vieja sociedad que evoluciona, eso fue desde el día que se le ocurrió a un oportuno ancestro nuestro pellizcar la tierra para colocarle semillas y superar así la economía suma cero de la caza y la pesca. Vos y tus colegas populistas, centralizadores en el estado o en el colectivismo, todavía no han entendido este fenómeno.
Como no entendieron la Revolución Industrial de mitad del siglo XVIII donde ingleses y holandeses evolucionaron los procesos productivos a partir de descubrir la máquina a vapor. Ésa fue la segunda gran revolución pacífica de la humanidad.”
“Tampoco entendieron la aparición de la actual era del conocimiento, la inteligencia, la informática, el desarrollo de la tecnología y las asombrosas investigaciones sobre la célula madre y los efectos del ADN. Se quejan muchos argentinos. Dicen que vos nunca hablás de estos fenómenos de la ciencia y el conocimiento. Parecen no interesarte”.
“Piba, siento la necesidad de decirte que son peligrosas tus políticas. Lo último que se te ocurrió manifestar para defender las latrocínicas retenciones fue un extraño ataque a la soja. Olvidaste que ese milagroso porotito ha sido el protagonista del bienestar y crecimiento de la Argentina en los últimos años. Nos tomó de sorpresa. Tu Dorima tuvo la suerte de la aparición de este inesperado Papá Noel que les trajo 20.000 millones de dólares limpios de polvo y paja producidos en el decenio que corre entre 1996 al 2006.
Se empezaron a cobrar desde 2003. Debo reconocer que tu Dorima tiene un gran suerte napoleónica. ¡Ojo! te aclaro que a estos acontecimientos yo los balconié desde la residencia en mi parnaso griego. Tenemos ahí un maravilloso sistema de comunicaciones. Muy superior a los de Bill Gates, que es mucho decir…”.
“Al referirte despectivamente al “yuyo” estabas menospreciando al protagonista más relevante de la revolución tecnológica que ha experimentado nuestro país para su crecimiento. Y el planeta también. Y vos lo querés maltratar. Tu ministrejo habla de “sojización”. Si eso mismo se le ocurriera a un ministro en Brasil o Estados Unidos lo sacan a patadas en el maxilar para que no hable más chantadas.
Tu Dorima y sus amigos matones hostigaron sin clemencia a la carne y al trigo. Por eso mucha gente huyó hacia la soja, desperdiciando importantes planteles ganaderos. Quiere decir que el presunto perjuicio que pueda traer la sojización se debe a las persecuciones inclementes de los Moreno y compañía, ofuscados, mandados y embaladitos por tu insufrible Dorima.”

LOS POOLS DE SIEMBRA
“También te ensañaste contra los pools de siembra, inducida por nostalgias ideológicas de adolescente. Y que, al parecer, aún no has podido superarlas. Pensarás que esta unión de chacareros chicos y grandes con otros allegados al negocio son un remedo de los latifundios del siglo XIX. ¡Por Baco! Cómo hay que luchar contra las convicciones congeladas desde el pasado remoto y no tan remoto”.
“Los pools de siembra han sido un inteligente invento de los agricultores modernos para dar lugar a un sistema de capitales y voluntades asociados con el fin de lograr una importante sinergia, optimizando los recursos aplicados a la actividad. De esta manera un pequeño productor puede participar de las ventajas de la economía de escala. Dejá ya de hablar con ese lenguaje antiguo: los terratenientes… los latifundistas... Parecen un matrimonio constituido por María Castaña y Matusalen”.
“Claro, vos ya estás pensando en que el grande se morfa al chico. ¡Parala con eso…! Todo es muy diferente en la sabia historia. El fuerte se lo fagocitaba al débil en la jungla de la edad de piedra, cuando se vivía de la caza y de la pesca. En tal economía de suma cero era inevitable ese despojo al enclenque, al desgraciado, al inferior en fuerzas físicas o en inteligencia o astucia.
La agricultura, la industria, el capitalismo y ahora la profundidad del conocimiento han logrado la expansión de los bienes casi sin limitación alguna. ¡Chau a la suma cero de tus compinches del populismo!
“Se operó un fenómeno de expansión de la riqueza y a los seres humanos lo protegen las leyes de la civilización. Lo que no se pudo es llegar a una óptima igualdad en la distribución de la riqueza por la sencilla razón de que los seres humanos no son iguales. ¡…NO-SON-IGUALES…! ¿Porqué tienen que ser iguales un poeta y un banquero…? Pueden serlo pero no es obligatorio. Reconocido este fenómeno natural sobreviene la necesidad de resolverlo en su medida y armoniosamente, como decía el frontispicio de Delfos.
Y en cierto modo está ocurriendo dentro del lento evolucionar del hombre, el cual a medida que pasa el tiempo es cada vez menos lento. Y de no, preguntale a los países escandinavos si les queda allí algún pobre, ¡ni para el museo…! te responderían”.
“Los pools de siembra aventajan a los sistemas de cooperativas en los mecanismos de gerenciamiento. El pool es de generación espontánea. No lo rige ninguna ley específica, puede o no basarse en un contrato o estatuto. Su basamento moral es la libertad y la solidaridad. El mejor ejemplo acerca de su eficiencia es el siguiente: cinco madres de un edificio llevan sus niños a la escuela en sus respectivos autos”.
“Se ponen de acuerdo y asignan la obligación del transporte en un día de la semana para cada una llevar los cinco chicos juntos. Es vieja costumbre de las madres llamar “pool” a este mecanismo. Palabra inglesa muy acertada. En esencia el pool de siembra es lo mismo. Se trata de juntar capitales y voluntades a través de un objetivo común de inversión y producción. Por ejemplo, utilizar varios fundos para sembrar, comprar conjuntamente las semillas para abaratar el costo por efecto de la escala, etc.”
“Piba, ¿qué le ven tus compinches ideológicos de malo a estos sencillos inventos modernos y que mejoran las relaciones humanas y contractuales…?. Yo, Niccoló Machiavelli como me llamaban en Firense, sé lo que le ven de malo los tilinguitos charletas. ¡Clarísimo! Les irrita -y no sé porqué- todo aquello que el hombre crea o genera en libertad. Les gusta que todo venga obligado desde arriba. Les encanta tener un mandón que los maltrate. En el fondo, tus populistas irracionales son netamente militaristas para dirigir las relaciones económicas y sociales. Aman el estatismo espartano…”.
Personaje interesante don Nicolás Maquiavelo. Fue Secretario de la República de Florencia. Los Médicis lo trataron mal al principio. Sufrió cárceles y torturas. Después le reconocieron sus talentos fenomenales. Aconsejó muy bien a políticos, pontífices, militares y grandes señores. Se metió en todos los vericuetos institucionales de los gobiernos, la religión y la diplomacia. Hoy parece descansar sereno en algún cómodo parnaso griego.
Se trasladó a ese lugar celestial en el año terrestre de 1527. En la Tierra sólo quedan de él algunos huesitos desechables, unas cuantas estatuas, retratos, muchísimos volúmenes en bibliotecas, librerías, casas de familia y despachos públicos. Aquí parece haberse inspirado en aconsejar a una dama de gobierno un tanto confundida en sus menesteres del mando.
No le sienta mal el lunfardo a don Nicolás. Gustaría despedirse con un tango rante de esos que interpretaba el reo de Alberto Echagüe tras el compás de Juan D´Arienzo. Le diría a la coqueta dama desde su pedestal de genio de los siglos XV y XVI en que le tocó vivir en la bellísima Florencia, donde nació:
¡PIBA!
Te lo bato pa que entiendas
En esta jerga burrera.
Que el que nace calavera,
No se achica con la mala
Ni tampoco es batidor…”

El autor es historiador, periodista y abogado. epoblet@fibertel.com.ar

El liberalismo y la farisaica palabra “neoliberal”

Ernesto Poblet

“El verdadero liberalismo nunca defendió la ley de la jungla o el mercado desregulado. Por el contrario, el liberalismo exige reglas, pactos, obligaciones que enmarcan la relación de las fuerzas económicas. El liberalismo no es el mercado, es el contrato.” Bernard Henri Levy. Joven filósofo francés de izquierda.
No hay una ignorancia generalizada sobre lo que realmente significa el liberalismo. En cambio sí sobrevive la instalación de una superchería instalada desde varias décadas atrás. Apareció en Europa a principios del siglo XX por acción de las corrientes ideológicas que entronizaron en aquellas épocas el estatismo, el centralismo, el corporativismo, los totalitarismos soviéticos, fascista y nacionalsocialista. También el absolutismo restaurado, las regulaciones, la violencia, la acción directa, el militarismo, el racismo y su hijo dilecto el antisemitismo. No olvidemos, la persecución de todas las libertades, el desprecio a las religiones, el desamparo de los seres humanos como individuos, la masificación, la colectivización, las delaciones, los campos de concentración, los gulags, las dictaduras de todo pelaje. Y, fundamentalmente, la intervención del Estado en la economía de las naciones y de sus respectivas comunidades e individualidades.
Las tendencias enunciadas anteriormente son todas incompatibles con la concepción liberal. Analícese con detenimiento cada una y se observará un modo diferente de agresión a las libertades insitas y genuinas con que nace y se debe desarrollar el ser humano.
Hasta fines del siglo XIX el debate no colocaba en el banquillo de los acusados a la filosofía liberal. En el ámbito de la economía sólo se centraba la discusión entre dos formas o procedimientos de los poderes públicos: la disyuntiva entre el proteccionismo o el librecambismo. Nadie cuestionaba el liberalismo como ha pasado a ser moda en el día de hoy. El devenir de un torbellino de nuevas naciones implicaba a éstas decidirse por alguna de las dos corrientes.
La Argentina reflejó tales tendencias en el célebre debate parlamentario de 1876, veintitrés años después de su lúcida organización nacional en 1853. Por el proteccionismo se lucieron Vicente Fidel López, Miguel Cané, Carlos Pellegrini, entre otros; por el librecambio brillaron hombres de la talla de Lucio V. Mansilla, Leandro Alem y Norberto de la Riestra.
Como todo debate civilizado ofreció riqueza de conocimientos, profundidad y delineó una estrategia para ser utilizada por la famosa “generación del ochenta”. De allí nuestro país se encarriló por cinco décadas de estabilidad social, tanto política como económica, accediendo a una expectativa que lo llevó a lucirse entre las mejores seis naciones del mundo. Aquellos legítimos representantes no se descalificaban entre ellos. A ninguno se le ocurriría asimilar al liberalismo con el conservadurismo u otras tendencias retardatarias o arbitrarias “¡de derecha!” como se lo etiqueta ahora fácilmente y con sospechosa insistencia.
En el confuso siglo XX aparecieron en la Argentina conservadores y socialistas con marcada inclinación por el estatismo y fervorosos antiliberales. Pueden citarse los casos más curiosos, entre otros, de los conservadores Rodolfo Moreno, Manuel Fresco y Ramón Castillo; los socialistas Pinedo, De Tomaso y Dickmann.
Gran parte de la izquierda es actualmente cerrada partidaria de la intervención del Estado en la economía y defensora entusiasta de los totalitarismos imperantes en Latinoamérica y Medio Oriente.

LA DEMONIZACIÓN DEL LIBERALISMO
Desde 1930 a la fecha no ha existido en la Argentina ningún gobierno identificado con el liberalismo ni con prácticas que se le parezcan. Lejos de ello. Salvo -ya en el colmo del voluntarismo extraviado- que se asimile en esa condición al presidente Agustín P. Justo a pesar de sus juntas reguladoras, corporaciones del transporte, el Banco Central y el monopolio cerrado e integrado de YPF a través de la ley 13.668. O la dictadura de 1976, más allá de la aberración de considerar liberal a cualquier gobierno militar, nadie se puede llamar a engaño por si algún ministro habló de ciertas aperturas comerciales. Lo recordable es que en esos oscuros siete años se estatizaron dos grandes empresas de servicios públicos y las administraciones militares -obviamente- siempre profundizaron mucho más la centralización del país.
Si bien Frondizi disminuyó eficazmente el gasto público y trajo grandes corrientes inversoras de capital, no pudo sacudirse el aparato militar y gremial que terminó por derrocarlo. También debió ceder al aprobar su parlamento una ley corporativa para las asociaciones gremiales.
El menemismo, que cuenta a su favor grandes privatizaciones y desregulaciones, no se esforzó en liberalizar el país de las pesadas cargas que padece desde los tiempos hispánicos, especialmente la concentración de las potestades presidenciales. Debe imputarse en su contra el poderoso aparato sindical, el gasto público, la corrupción persistente, la presión fiscal federal y la propensión a permanecer en el poder, vicios propios del peronismo antiliberal con posterioridad intensamente agravados por Duhalde y Kirchner.
Alfonsín y De la Rúa fueron prisioneros de su propia desorientación dentro de un partido aferrado al extraño estatismo adquirido en la complicada y bélica década del treinta. Manifiestamente alejados de los dorados tiempos de Marcelo T. de Alvear a quien gustan ignorar como exitoso pasado radical.
Causa gracia entonces las invocaciones de todos nuestros males adjudicados a una imaginaria “gestión liberal” -o absurdamente denominada “neoliberal”- que nadie puede identificar en la borrascosa historia que va desde 1930 a nuestros días pues nunca existió. Ni siquiera por meses o días.

EL ANTI NORTEAMERICANISMO
Tiene que aparecer entre nosotros un intelectual francés de la izquierda lúcida (por suerte ésta siempre ha existido) para ayudarnos a poner en su lugar un tabú abstruso que desordena las miradas. Algo que no nos atrevemos a aclarar por temor a la ramplona reacción antiyanqui de la cual ya es hora de manifestar el hartazgo.

Se interroga Bernard Henri Levi: “¿Cuesta tanto entender que Estados Unidos es un país donde las instituciones democráticas, la prensa, la opinión pública funcionan en forma ejemplar…? ¿Que la reacción ante Abu Ghraib fue inmediata…? ¿Que en tres días toda la prensa norteamericana hizo su mea culpa…? Que todos hablaron de la bancarrota del Estado durante el huracán de Nueva Orleáns. Pero nadie mencionó la solidaridad de la gente… que acogieron a los negros víctimas de Katrina. Eso es Estados Unidos. No se puede afirmar que es la casa del diablo…” razona el joven filósofo francés de la izquierda.
La otra izquierda, la irracional y turbulenta que observamos, carece de aptitudes y posibilidades de acceder ni siquiera al gobierno de la famosa ínsula Barataria donde se luciera Sancho Panza.
Califica B. H. Levi a esta izquierda como un mero “campo de ruinas… es verdad, la izquierda rompió con la versión clásica de la tentación totalitaria “el socialo-comunismo”. Pero de esas ruinas apareció otra tentación totalitaria que ya no se inspira en la extrema izquierda… sino en la extrema derecha. La izquierda está enferma. Es víctima de su antinorteamericanismo, de su antiliberalismo, de su antisemitismo, de su fasci-islamismo”. Acota esto con antológicas y sorprendentes frases: “La izquierda está enferma de derechismo… En lo que atañe al liberalismo debo recordar que el liberalismo es patrimonio de la izquierda. El liberalismo es Rousseau, Adam Smith o John Locke…” (La Nación-Enfoques-09-12-07)
Si esas afirmaciones las decimos desde la Argentina jamás nos creerán los que se encuentran prisioneros de los prejuicios de los gurúes de la izquierda vernácula, tenaces adoradores de los violentos Stalin, Mao, Chávez, Fidel, Ahmadinejab y otras lindezas por el estilo.
Cabe agregar en la consideración de los Estados Unidos, que esta primera potencia -obtenida tal posición gracias a su organización tecnológica y liberalismo consuetudinario- libró a la humanidad del nazismo, del bolchevismo, del antiguo trogloditismo imperial nipón y del avance inescrupuloso del actual terrorismo kamikaze del fundamentalismo islámico. Sin contar su defensa efectiva contra los asteroides espaciales que podrían en cualquier momento aniquilar la humanidad condenándonos al destino de nuestros abuelitos los dinosaurios.

“MÁS NEOLIBERAL ERES TÚ”

En 1999 Hugo Chávez con su enfermiza verborragia abusaba en descalificar a sus rivales empleando como feroz insulto el retorcido término “neoliberal”. Los perplejos agraviados al asombrarse con tan extravagante epíteto respondían al militar golpista a través de una inconsciente infantilada: “más neoliberal eres tú…”.
Lo gracioso de esta singular palabreja es que constituye al menos un contrasentido. El liberalismo evoluciona pero no implica ello la aparición de un liberalismo nuevo ni una persona liberal podría transformarse en un “nuevo liberal”. Los retóricos que atacan al liberalismo han encontrado una astuta fórmula para descalificar al que piensa en la libertad como el valor que potencia, estimula y hace evolucionar al ser humano. Nada otorga tanto progreso y felicidad a hombres y mujeres como su libertad de acción en el marco de sus propias leyes y derechos. Más libres somos más riquezas podemos generar y, por lo tanto: “distribuir”, eliminando así la pobreza de la manera talvez más eficaz.
Y para terminar. Hablando de palabras…, no deja de resultar interesante la opinión del izquierdista H. B. Levi. Si el mercado constituye un escenario, el contrato es la acción de la voluntad de los individuos plasmada en leyes para las partes. Según Levi, identificaría más al liberalismo la expresión “economía del contrato”. Expresaría mejor la dinámica de las personas que votan todos los días -trabajan, venden, compran, compiten- y determinan desde esas actividades la verdadera filosofía que busca la felicidad del ser humano. No interesa tanto la economía del escenario como la que corresponde al hombre y sus interactividades productivas. Para ello vale la pena emular el estilo de la muy mínima, limitadísima ingerencia del Estado como establecen los marcos normativos y culturales de los triunfantes países del primer mundo.
Bien decía Alberdi: “Los estados son ricos por la labor de sus individuos, y su labor es fecunda porque el hombre es libre, es decir, dueño y señor de su persona, de sus bienes, de su vida, de su hogar. La omnipotencia del estado es la negación de la libertad individual."

El autor es historiador, periodista y profesor de derecho internacional público.
epoblet@fibertel.com.ar

Marx y la "cuestión judía" 1

Eduardo Robredo Zugasti

El pequeño ensayo de Carlos Marx Sobre la cuestión judía, escrito antes de la revolución europea de 1848, forma parte de una controversia general sobre el nuevo papel que debería jugar el socialismo en su lucha para “emanciparse” del liberalismo y del Estado Burgués. En particular, el texto de Marx responde a los ensayos que Bruno Bauer (Die judenfrage. Braunschweig,Die Fähigkeit der heutigen juden und Christen, frel zu werde)consagró a la “cuestión judía”, y que publicó en 1843. Si Bauer se opuso a la emancipación política de los judíos, que entendía como obstáculos reaccionarios para la construcción del “racional” Estado prusiano, Marx añade, en lo que resulta más destacable del trabajo, “una distinción crucial entre emancipación política y emancipación humana o social”.

El marxismo parece siempre presentar un rostro jánico, bifronte. Habitualmente suele distinguirse entre un marxismo popular (el de los panfletos, las tabernas, las pancartas &c) y un marxismo académico, el Marx sublime custodiado en los textos mismos (las “ipsissima verba”) accesible sólo a una pequeña colección de analistas académicamente legitimados, o bien de un conjunto de intérpretes políticamente autorizados, desde la Nomenklatura o el Partido. Otra distinción habitual queda establecida entre el joven Marx, peculiarmente condensado en los Manuscritos, y el Marx maduro, de El Capital (según las teorías del “corte epistemológico”, por ejemplo). Cuando tratamos de la “cuestión judía”, no faltan hermeneutas marxianos que establecen un nuevo corte. Por ejemplo, Savas Michael–Matsas dice, acerca de estos tempranos escritos, que no representan “una verdad eterna y final. No son aun siquiera ‘completamente marxistas’, en el sentido de que Marx mismo estaba todavía en el camino de romper sus ataduras con los hegelianos de izquierda y otros demócratas radicales, superando el Sistema en una dirección nueva y nunca vista hasta el momento: el Comunismo basado en la dialéctica revolucionaria y en la concepción materialista de la historia”.


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1 Publicado originalmente en Una máquina de Coca-Cola en el Reichstag, http://maquinareichstag.blogspot.com


A mi juicio, estas distinciones habituales (marxismo joven y maduro, vulgar y académico) no son demasiado fiables. Ni existe tanta distancia como a los marxistas sofisticados les gusta suponer entre el Marx vulgar y el de la Academia; ni entre el de los Manuscritos y el de El Capital, ni tampoco en el caso que nos ocupa. En realidad, Sobre la cuestión judía es uno de los textos más cristalinos de la producción marxiana, que contiene una teoría bastante completa sobre la “emancipación humana”, al fín y al cabo un pilar fundamental para sustentar la doctrina del de Treveris.

Esta nueva forma de emancipación se asienta en la crítica de las ideas de Bauer. Marx reprocha a éste haber detenido su análisis sobre la liberación de los judíos en el ámbito de la emancipación política: “deberíais laborar (les exhorta Bauer a los judíos) por la emancipación política de Alemania y, como hombres, por la emancipación humana”. La emancipación política, en cambio, es para Marx sólo una parte del progreso espiritual y material del hombre. “Sólo cuando el hombre individual real recobra en sí al ciudadano abstracto y se convierte, como hombre individual, en ser genérico, en su trabajo individual y en sus relaciones individuales; sólo cuando el hombre ha reconocido y organizado sus “forces propes” como fuerzas sociales y cuando por tanto, no desglosa ya de sí la fuerza social bajo la forma de fuerza política, sólo entonces se lleva a cabo la emancipación humana”.

¿Cuáles son los obstáculos objetivos para esta emancipación? En primer lugar, la contradicción entre las ideas políticas de las distintas religiones, en segundo, la contradicción entre Religión y Estado. No sólo la existencia del judaísmo, sino del cristianismo y, genéricamente hablando, de toda religión, plantea una antítesis entre el Estado y la Religión. El único modo de resolver las antítesis propiamente religiosas (entre cristianismo y judaísmo) es abolir la religión, puesto que ambas no son más que “diferentes fases de desarrollo del espíritu humano”. El judío ha de ser emancipado, pero no como judío, sino como ciudadano del Estado Universal. Esto es lo que exige la construcción del estado revolucionario. La libertad legal, cuya norma es la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos, supera todas las escisiones y privilegios anteriores, incluido el religioso. Se exige que el judío abandone el judaísmo, y que el hombre en general abandone toda religión, puesto que esta es la condición esencial de la emancipación a través de la ciudadanía: “La emancipación política del judío, del cristiano y del hombre religioso en general es la emancipación del Estado del judaísmo, del cristianismo y en general de la religión”.

El estado que presupone una religión no es aún un Estado real. Por ello, según estima Marx, en Alemania no existe todavía un Estado propiamente tal, sino un casi-Estado, un “estado cristiano”. Marx reconoce que, en EE.UU, a diferencia de en Francia, la construcción del estado constitucional no se ha logrado en lucha con la religión. Sin embargo, la religión sigue siendo un defecto. Nos encontramos, en consecuencia, con un problema teórico de primera importancia, el problema de la posibilidad de un “Estado confesional” en el que la identidad de la religión y el estado sea perfecta; es decir, la posibilidad de un estado confesional cristiano (no así el estado islámico, en donde no hay separación de poderes temporales sino una supuesta “espiritualidad política”, por usar el sintagma foucaultiano). Pero, por mucho que el Estado pretenda identificarse con la Religión (católica-cristiana), la religión (católica) nunca podrá aceptar esta identidad compatible con sus verdades teológicas, al menos según el pensamiento cristiano tradicional, bien recogido en la teoría agustiniana sobre las “dos ciudades” de san Agustín.

He aquí un punto clave de la argumentación: La emancipación política de la religión no es la emancipación de la religión, porque la emancipación política no se confunde con la emancipación humana en total. El Estado puede alcanzar su libertad sin que por ello el Hombre sea libre. El estado es, al menos sobre el papel inmaculado de la teoría, un Medio para la libertad: “El estado es el mediador entre el hombre y la libertad del hombre”. El materialismo ateo de Marx no le permite reconocer verdadera libertad en el hombre como cristiano, como judío, o como budista, es decir, como hombre religioso. La religión es un capítulo histórico de la servidumbre, una de las “pieles de serpiente” de la esclavitud humana.

Marx habla, con ecos hegelianos, de la “elevación política” del hombre. Esta “elevación” llega incluso a suprimir dialécticamente la propiedad privada. Esto es, “el hombre declara la propiedad privada como abolida de un modo político cuando suprime el censo de fortuna para el derecho de sufragio (…) ¿Acaso no se suprime idealmente la propiedad privada, cuando el desposeído se convierte en legislador de los que poseen? El censo de fortuna es la última forma política de reconocimiento de la propiedad privada”. La propiedad no es, en consecuencia, una producción del estado (al menos del Estado por excelencia, del Estado racional): “la anulación política de la propiedad privada no sólo no destruye la propiedad privada, sino que, lejos de ella, la presupone.” La propiedad privada es para el Marx de Sobre la cuestión judía, ¡una institución prepolítica!

Marx entiende que dentro del “Estado político acabado” el hombre alcanza la vida genérica, universal, por oposición a su vida material, sensible e individual. En cambio, dentro del estado burgués el ser del hombre aparece escindido en dos mitades; por un lado la comunidad política, donde aparece como ser colectivo, genérico, universal; y por otro la sociedad civil, en donde el hombre aparece como ser particular, individual, profano, e incluso “carente de verdad”. Este es el hombre como mero bourgeois. Como el judío, éste sólo se mantiene “sofísticamente” en el Estado. El comerciante es un trasunto del hombre religioso. Marx contempla, en consecuencia, una profunda contradicción entre el Hombre Religioso y el Hombre como ciudadano; el bougeois y el citoyen. La sociedad política se encuentra radicalmente divorciada de la sociedad burguesa. En la sociedad burguesa se trata del egoísmo, del capricho privado, de la pura arbitrariedad, del bellum omnium contra omnes, del hombre separado de sí mismo (el “sí mismo” que Marx sitúa en la comunidad), de lo que “originariamente era”. He aquí la antropología filosófica de Marx, su idea del Hombre: La esencia del hombre es la comunalidad. Pero ¿desconoce Marx que lo que originariamente era el hombre no era nada distinto de una banda de pitecántropos?

Marx, en suma, se lamenta de que el Estado Revolucionario no cumple con su misión emancipadora. No destruye la individualidad, sino que la re-construye dando un largo rodeo, al final del proceso. La Nación Política regresa a la propiedad privada, a la religión…en suma, a la sociedad burguesa, a la vida individual que Marx rechaza como contraria a la vida auténtica del hombre, la vida “genérica”, comunitaria:

“Es cierto que en las épocas en que el Estado político brota violentamente como Estado político, del seno de la sociedad burguesa, en que la autoliberación humana aspira a llevarse a cabo bajo la forma de autoliberación política, el Estado puede y debe avanzar hasta la abolición de la religión, hasta su destrucción, pero sólo como avanza hasta la abolición de la propiedad privada, hasta las tasas máximas, hasta la confiscación, hasta el impuesto progresivo, como avanza hasta la abolición de la vida, hasta la guillotina. En los momentos de su amor propio especial, la vida política trata de aplastar a lo que es su premisa, la sociedad burguesa, y sus elementos, y a constituirse en la vida genérica real del hombre, exenta de contradicciones. Sólo puede conseguirlo, sin embargo, mediante las contradicciones violentas con sus propias condiciones de vida, declarando la revolución como permanente, y el drama político termina, por tanto, no menos necesariamente, con la restauración de la religión, de la propiedad privada, de todos los elementos de la sociedad burguesa, del mismo modo que la guerra termina con la paz.”

El “pecado” del Estado Revolucionario (de la Nación Política) es, en consecuencia, volver sobre la individualidad al asentarse sobre una noción limitada por los derechos individuales, personales, del Hombre. Aquí reaparece de nuevo la cuestión judía. Porque al igual que el cristiano, el judío no puede reconocer para Marx ningún “derecho humano”. Este reconocimiento es inadmibsible; significaría sacrificar sus “privilegios de fé”. Los derechos humanos son, para Marx, “derechos políticos” que tienen lugar dentro de la comunidad política y entran dentro de la categoría de las libertades políticas. Suprimen, por tanto, la religión. Sin embargo, la ¡Declaración por los Derechos del Hombre de 1791, en su artículo 10 declaraba posible la libertad de culto religioso!. El “privilegio de la fe” se declara derecho humano universal. Marx descubre con pesar que los Derechos del Hombre (Droits d l’homme), en supuesta antítesis irresoluble con los Derechos del Ciudadano (Droits du citoyen) son los derechos del individuo, del hombre burgués, de ese hombre egoísta “separado del hombre y la comunidad”. La misma constitución de 1793 declara (artículo 16) el derecho a la propiedad y a la seguridad sobre la propiedad (16), base de toda libertad individual. Para Marx, esto es intolerable.

Le escandaliza, en particular, el artículo 2 de la Declaración de 1791: “Le gouvernement est institué pouir garantir á l'homme la jouissance de ses droits naturels et imprescriptibles”. La vida política se declara aquí como ¡un medio de la sociedad burguesa, del individuo! …algo que sólo parecerá extraño a un maquiavélico. Ahora bien, Marx advierte sagazmente que la práctica revolucionaria, incluyendo a la guillotina (o la pena capital, en general) se halla en contradicción permanente y fatal con este principio. En este punto, el meollo de la cuestión reside en la esencia del pensamiento dialéctico, que exige la resolución de las contradicciones en una unidad superior (aufheben). Pero esta es un exigencia enteramente metafísica; carece de sentido suponer que, en la realidad, todas las contradicciones son de hecho resueltas en una síntesis suprema. Incluso en la realidad moral, no sólo muchas contradicciones son irresolubles, sino que son moralmente irresolubles como tales. En este sentido, el Individuo siempre entrará en contradicción con el Estado, sin que por ello aquel o éste tenga que ser suprimido en total. Como Hegel, el de Treveris confunde las cosas de la lógica, con la lógica de las cosas.

Decimos que la racionalización de la vida política, llevada a cabo por el Estado Revolucionario, se detiene en los individuos, al eliminar los estamentos, los gremios, las corporaciones y los privilegios. Esta es la gran empresa de la Nación Política, que Gustavo Bueno llama “holización”. La esencia revolucionaria (burguesa) es, por tanto, individualista: “La revolución política suprimió, con ello, el carácter político de la sociedad civil. Rompió la sociedad civil en su apartes integrantes más simples, de una parte los individuos, y de otra parte los elementos materiales y espirituales, que forman el contenido, de vida, la situación civil de estos individuos (…) La incumbencia pública como tal se convirtió ahora en incumbencia general de todo individuo, y la función política en su función general”. Estas partes más simples y esos elementos materiales suyos no pueden ser otra cosa que los individuos y sus derechos propietarios.

El estado revolucionario realiza el paso del Privilegio al Derecho; pero no se libera de la religión, sino que obtiene libertad religiosa. No se libera de la propiedad, sino que obtiene libertad de propiedad. No se libera del “egoísmo de la industria”, sino que obtiene libertad de comercio. Sobre todo, el Estado no se libera del individuo, sino que se asienta en la individualidad política. He aquí el reproche de Marx: “La revolución política disuelve la vida burguesa en sus partes integrantes, sin revolucionar estas partes mismas ni someterlas a crítica. Se comporta hacia la sociedad burguesa, hacia el mundo de las necesidades, del trabajo, de los intereses particulares, del derecho privado, como hacia la base de su existencia, como hacia una premisa que ya no es posible seguir razonando y, por tanto, como antes su base natural. Finalmente, el hombre en cuanto miembro de la sociedad burguesa es considerado como el verdadero hombre, como el homme a diferencia del citoyen, por ser el hombre en su inmediata existencia sensible e individual, mientras que el hombre político sólo es el hombre abstracto, artificial, el hombre como una persona alegórica, moral”.

Toda emancipación es, para Marx, la reducción del mundo humano, de las relaciones, al hombre mismo. El hombre mismo entendido como ser comunal, como especie social (Marx, sin duda, rechazaría el planteamiento pos-especieísta, pos-homocentrista del Proyecto Gran Simio). Esta emancipación sólo se alcanzará mediante la destrucción de la individualidad burguesa, simbolizada por la existencia práctica del judío. Este simbolismo es, de manera nítida, una consecuencia de la pereza en el análisis histórico y de la pura y simple judeofobia teórica:

“¿Cuál es el fundamento secular del judaísmo? La necesidad práctica, el interés egoísta.

¿Cuál es el culto secular practicado por el judío? La usura. ¿Cuál su dios secular? El dinero.

Pues bien, la emancipación de la usura y del dinero, es decir, del judaísmo práctico, real, sería la autoemancipación de nuestra época.

Una organización de la sociedad que acabase con las premisas de la usura y, por tanto, con la posibilidad de ésta, haría imposible el judío. Su conciencia religiosa se despejaría como un vapor turbio que flotara en la atmósfera real de la sociedad.”

Aquí Marx regresa las prohibiciones tradicionales de la usura, condenada como “turpe lucrum” en Nicea, o desarrollada en la teoría de la “laesio enormis”, del código justiniano. ¡Regresa varios siglos en la historia del progreso económico humano!

Marx no deja de reforzar el simbolismo judeófobo, anti-lilberal y anti-individualista de su doctrina: “Tan pronto logre la sociedad acabar con la esencia empírica del judaísmo, con la usura y con sus premisas, será imposible el judío, porque su conciencia carecerá ya de objeto, porque la base subjetiva del judaísmo, la necesidad práctica, se habrá humanizado, porque se habrá superado el conflicto entre ¡a existencia individual-sensible y la existencia genérica del hombre.”

Es evidente que Marx confunde gravemente la causa con el efecto. La usura, el capitalismo, o el dinero no forman parte de la “esencia empírica del judaísmo”, sino que son creaciones históricas de la misma humanidad, prácticamente universales, trascendentales a muchas religiones, culturas y naciones. ¿Acaso todos los usureros son judíos? ¿Eran judíos los antiguos griegos, los fenicios o los romanos? ¿Es que los banqueros genoveses que prestaron dinero a nuestras empresas imperiales españolas eran, en el fondo, “judíos prácticos”? En efecto, el delirio marxiano (filosófico e histórico) llega a establecer como un factum el “señorío práctico del judaísmo sobre el mundo cristiano”.

Semejante disparate corona toda una teoría completa de la emancipación humana, basada en prejuicios judeófobos que puede sintetizarse bien así: “La emancipación de los judíos es, en última instancia, la emancipación de la humanidad del judaísmo”.

Es evidente que Marx utiliza la metáfora judeófoba como velo para criticar el capitalismo privado de la “sociedad burguesa” que “engendra constantemente al judío en su propia entraña”. Se mire por donde se mire, la judeofobia es un vector sin el cual no es explicable la teoría marxiana de la emancipación.

El dinero, muy significativamente, es el “Dios celoso de Israel”; “El dinero es el valor general de todas las cosas, constituido en sí mismo. Ha despojado, por tanto, de su valor peculiar al mundo entero, tanto al mundo de los hombres como a la naturaleza. El dinero es la esencia del trabajo y de la existencia del hombre, enajenada de éste, y esta esencia extraña lo domina y es adorada por él (…) La letra de cambio es el Dios real del judío. Su Dios es solamente la letra de cambio ilusoria.”

Para reforzar la autoridad de sus argumentos Marx llega a citar, a ¡Thomas Müntzer!: “es intolerable que se haya convertido en propiedad a todas las criaturas, a los peces en el agua, a los pájaros en el aire y a las plantas en la tierra, pues también la criatura debe ser libre”.

El delirio judeófobo continúa. En primer lugar, Marx vuelve a confundir la esencia del judaísmo con sus accidentes históricos. El judaísmo existe, de hecho, mucho antes de las “letras de cambio”, así como los judíos existen mucho antes del geto, y esto sin perjuicio de que todos estos hechos se hayan incorporado a la historia de los judíos, sin los cuales esta misma historia se volvería incomprensible. Pero el capitalismo no es el “espíritu práctico de los judíos”, ni de los contagiados cristianos, sino una forma de organización social y económica genérica, común hoy a cristianos, budistas, judíos y no pocos islamistas. Es evidente que el triunfo del capitalismo liberal no representa, en absoluto, “El señorío práctico del judaísmo sobre el mundo cristiano”, o sobre el mundo en general, sino únicamente el triunfo de un conjunto de ideas razonables sobre la organización jurídica, social y económica de la sociedad. En segundo lugar, la idea de que todo en el “capitalismo” tiene un precio, donde el dinero es “el valor general de todas las cosas”, no es mucho más que un fragmento de superstición socialista. No todo tiene un precio, un valor de cambio, en las sociedades burguesas o en aquellas donde existe al menos algo de capitalismo privado. La sociedad humana ni tan siquiera se puede reducir al intercambio, como reprochaba Mauss a Levi-Strauss. Mucho menos al intercambio económico. Por “burguesas” y “capitalistas” que sean las sociedades, existen objetos (no digamos ya personas…) que se sustraen a todo tipo de intercambio: “junto a las “cosas”, junto a los bienes, servicios y personas que se intercambian, se encuentra todo lo que no se dona y no se vende, y que es igualmente objeto de instituciones y de prácitcas específicas que constituyen un componente irreductible de la sociedad como totalidad, contribuyendo igualmente a explicar su funcionamiento como un todo” (Marcel Mauss, Ensayo sobre el don).

En resolución, la lectura de Sobre la cuestión judía refuerza, y no debilita, nuestras ideas previas acerca de la judeofobia teórica del marxismo. No toda teoría, por otra parte, debe traducirse en una práctica concreta; pero es evidente que la judeofobia teórica de la izquierda marxiana de hecho sí implementó una judeofobia práctica (Wagner mismo, por ejemplo, tuvo muy buena noticia de estos textos). Sin embargo, esto constituiría material para un estudio nuevo.

Wagner, la cuestión judía y el “arte comercial”

Gracias a la recomendación del genial autor de Eukharistia, he podido llegar a unos textos de Richard Wagner en donde se trata de la cuestión judía y su relación con el arte comercial. Debo decir que estos textos se encuentran entre los (moral y también filosóficamente) más repulsivos que he tenido ocasión de leer en mi vida. Aquí y aquí.

Wagner comienza lamentándose por las “ilusiones liberales” que llevaron a considerar el igualitarismo de judíos y alemanes. Frente a este pasajero anhelo de libertad, el músico alemán insiste ahora en la “repulsión íntima que se manifiesta en el pueblo contra el espíritu judío”. La judeofobia de Wagner, por supuesto, no es otra cosa que anticapitalismo disfrazado. Esta íntima repulsión del pueblo alemán perseverará “mientras que el dinero siga siendo la potencia contra la cual se estrella nuestra actividad”. Es decir, mientras exista el mercado. Wagner reproduce el comportamiento típico del artista buscador de rentas, del “pobre” artista que no puede componer si no es rodeado de telas de seda. Y las rentas de hecho logró acapararlas gracias a la ayuda de un príncipe enloquecido y amanerado: Luis II de Baviera, así como exprimiendo a otros banqueros y aristócratas de ánimo “revolucionario”.

Apelando al saber legítimo de las cosas, y especialmente de las cosas del arte, Wagner denuncia la “judeización” del arte. Es decir, denuncia la capitalitalización del arte, la apertura del arte a un mercado que sólo podría estar compuesto por “hastiados” burgueses muy alejados de la verdadera vida estética. El judío, por el contrario, simboliza al “demonio enemigo del arte”, pues él ha convertido esta noble técnica en mero “tráfico comercial”. Conjuntamente al rechazo del arte comercial, el rechazo del fenómeno de la moda condenada como “gobierno de la exterioridad”, fruto amargo de los nuevos “traficantes de la cultura”, franceses y judíos liberales.

Wagner pertrecha sus críticas al “arte judío” en ideas románticas sobre una participación casi mística en la “comunidad histórica”, de la cual brota el auténtico arte. “El judío solamente puede repetir, imitar”, pero no “crear” verdaderas obras de arte. La estética romántica funciona aquí a pleno rendimiento, con su típica tensión entre la individualidad genial y las fuerzas irresistibles de la comunidad o del “alma del pueblo”.

La individualidad, para los románticos, no es cosa reservada a las personas y ciudadanos corrientes, sino sólo a los sublimes hermeneutas intérpretes del “espíritu del pueblo”. Como era de esperar, a Wagner le resulta comprensiblemente repugnante que, a pesar de la supuesta impotencia artística del judío, sin embargo haya conseguido “imponerse al gusto popular”. ¡Un corolario necesario a su mentalidad anti-capitalista!

Lo que es más grave. Richard Wagner no proporciona, en sus críticas, ninguna razón estética-artística objetiva, medianamente sólida o incluso inteligible; su rechazo del “arte judío” se basa por entero en un batiburrilo de prejuicios raciales, pensamientos populares y consideraciones en extremo vagas y confusas sobre el “lenguaje de la música” en supuesta conexión con el temperamento de los artistas (y en la medida en que este temperamento está moldeado por esa alma popular). Bajo los graves cortinajes románticos y los trompetazos retóricos de la estética del genio, lo único que Wagner puede suministrarnos es un conjunto de argumentos estúpidos y rabiosos en contra del arte comercial. Todo esto, por supuesto, no dice nada en contra (aunque tampoco a favor) de la calidad estética y artística de la obra wagneriana, pero sí dice mucho contra la inteligencia filosófica del propio Ricardo Wagner; y vuelve a traernos las inmortales palabras de otro “genio” germánico de talante bien distinto: Goethe:

“Escultor, esculpe y no hables”.